Preguntarle ¿cómo ve estas declaraciones del presidente
ayer que estas manifestaciones o algunas de estas manifestaciones, buscan desestabilizar
su gobierno?
Sería preocupante de
que las platee como un preámbulo de algún tipo de represión. Nosotros lo que
hemos exigido es que se respete la manifestación pacífica; han sido decenas,
cientos seguramente, de manifestaciones a partir de los hechos del 26 de
septiembre, no solamente en Guerrero, sino en todo el país, manifestando una
dura crítica al miedo que siente la gente en un país como el nuestro, donde el
Estado de Derecho pues está tronado, colapsado en muchos espacios, donde la
procuración de justicia es prácticamente inexistente.
Donde las fosas
clandestinas, las desapariciones forzadas se han vuelto el rito de los últimos
años. Me parece que es precisamente eso lo que está generando la movilización y
la manifestación social.
También es cierto que
hay quienes en ese amparo, en el amparo de esa movilización, en el amparo de 43
jóvenes desaparecidos, también han generado hechos violentos que también hemos
criticado desde este espacio en el Senado.
De tal forma que las
declaraciones del presidente no debieran de ser un preámbulo para una
represión; hay que identificar quiénes son esos actores violentos, es
obligación del gobierno federal, esa obligación de los gobiernos estatales,
identificar quiénes están queriendo aprovechar el río revuelto, y que se actúe
con la ley en la mano frente a esos actores que están queriendo aprovechar este
escenario, pero de ninguna manera aceptaríamos que haya una represión de la
manifestación pacífica, que hoy evidencia, pues la molestia que hay de parte de
sociedad, con cómo está el país.
Estas declaraciones y la inseguridad que priva ¿derivaría
en que las inversiones se ahuyentaran, en que no haya quien pudiera arriesgar
su capital en este país, ante la falta de certeza jurídica legal?
A raíz de los hechos
del 26 de septiembre en Iguala, Guerrero, se puso de manifiesto y así lo han
criticado pues las instancias internacionales, distintos gobiernos, que una
parte de nuestro país, o amplias partes de nuestro territorio, funcionan como
un narco estado; un estado donde las autoridades municipales, como en el caso
de Iguala, están coludidas con los criminales, con el crimen organizado, con
delincuentes, pues eso no se puede tapar en ninguna forma. Esa es la lupa que
tiene hoy el mundo sobre el caso de Guerrero, y es lo que hay atender, no
solamente sobre Guerrero sino del país; es lo que hay que atender, porque no
solamente aleja la confianza, sino pone una imagen de un país pre-moderno, un
país donde no se respetan los derechos humanos, y obviamente, un país donde no
se genera la confianza suficiente para poder tener inversiones.
Por eso es importante
resolver, no solamente Iguala y Ayotzinapa, sino todos los problemas de fosas
clandestinas, y de violación a los derechos humanos que imperan en el país.
¿Es suficiente la explicación que da la esposa del
presidente respecto a cómo compró la casa blanca y que si trabajó 25 años para
juntar 80 millones?
A mí me parece que
quedan graves dudas respecto a esa explicación. No fue bien recibida por lo que
yo logré apreciar, por lo menos en redes sociales; se necesitará profundizar,
ahondar y dar mucho mayores explicaciones.
En este momento todo
lo que tenga que ver con transparencia, especialmente en el caso de algo que
resultó escandaloso respecto a esa propiedad, es indispensable para que la
sociedad vea que la transparencia, la honestidad, el combate a la corrupción,
pues son lo que nos permita recuperar el Estado de Derecho, que hoy en las
calles es la principal crítica que se da.
Senador en otro tema, fuentes de la Secretaría de la
Defensa Nacional aseguran que se cancelará el desfile que estaba programado
para mañana con motivo de la Revolución Mexicana, esto por las manifestaciones
que ya han anunciado varios grupos de jóvenes que van a hacer el día de mañana
¿qué opinión le merece?
Yo creo, repito, que
las manifestaciones son una expresión muy puntual de un clamor que hay: hay 43
jóvenes desaparecidos, las explicaciones de las autoridades no han satisfecho
la opinión pública, hay miedo, zozobra, cobro de piso, secuestros, extorsiones
en una importante parte del territorio nacional; la sociedad siente que el
Estado de Derecho y que la autoridad no están de su lado.
Todo eso son parte de
las manifestaciones, en tanto sean pacíficas, en tanto sean manifestaciones que
no le causen daños a terceros, me parece que por ningún motivo deberíamos de
evitarlas, sino por el contrario, escucharlas y conducirlas para que lo que hoy
la sociedad está reclamando, que es ausencia del Estado de Derecho, pues sea
parte del trabajo que día con día haga la clase política.
Si esa es la causa
por la cual no está realizándose el desfile, pues yo prefiero ver a la gente
planteando cómo quiere, cómo plantea un México como el que todos queremos, que
solamente ver un desfile oficial.
Si ellos lo que están
haciendo es por información de que los grupos violentos que han querido pues
generar daños a terceros, van a querer aprovechar la ocasión para generarle
daños a terceros, yo también creo que es pertinente que ese tipo de información
se le dé a la sociedad.
En la medida en que
las cosas se digan como son, y se digan con claridad, la gente lo va a
entender; hoy queremos manifestar lo que está mal y también queremos evitar que
haya actores que aprovechen esas manifestaciones para jalar agua a su molino y
causarle también daño a la gente.
Ayer el presidente, pues en un tono enérgico –otros dicen
que enojado- habló de que pretenden desestabilizar el país.
Yo reitero. Me ha
tocado ver manifestaciones pacíficas, jóvenes de todos los tipos, de todas las
clases sociales; hombres, mujeres, niños con sus padres, marchando porque
quieren un país en el que no impere el miedo.
Hay una frase que
dice “ya me cansé de tener miedo” y que ejemplifica cómo funcionan muchos
rincones del territorio nacional. Hay que escuchar esas voces, hay que ver que
se están manifestando y si lo hacen de manera pacífica, me parece que hay que
ver cómo conducimos esa energía social para que se concreten los cambios y las
transformaciones que requiere el país.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9rZw50OvtAIqjwrG_VdsbRizTyjQQE9U-j06h0Kt6Gy4NJBDwhR04ezteF8HBsa5CmY78qGw6MBqx7Rp3x1tBaNYAm3oKOHIA-LfZ0HfJ7yiCsnHKY48ZZgTc1bjBXcC3AJFqEOuTLLjN/s1600-rw/10153106_10152728714200359_2228197650457776677_n.jpg)
Ese tipo de actores
hay que identificarlos; a mí me parece que son actores que están queriendo
jalar una agenda propia, que están queriendo revolver el río y repito, jalar agua
para su molino. A esos actores hay que identificarlos y hay que actuar con la
ley en la mano, para evitar que le causen daños a terceros.
Si nosotros nos
comportamos como autoridades y es el principal exhorto que hay que hacerle al
presidente de la República en esa lógica, la ciudadanía verá una autoridad al
mismo tiempo que escuchando a la sociedad, y siendo tolerante respecto a estas
manifestaciones, teniendo capacidad de que con aquellos que quieren enturbiar
el escenario y causarle daño también al patrimonio de la gente y a terceros,
pues también que la ley pueda ser utilizada para evitar este tipo de
distorsiones.
Pero hay que decirlo
con toda claridad; hay que evidenciarlo con toda puntualidad porque si no se
generan distorsiones y se genera confusión.
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