Disertaciones : Noé Ibáñez Martínez
Este jueves, la Comisión Nacional de Derechos Humanos reveló que la policía municipal de un tercer municipio de la región Norte y dos elementos de la Policía Federal habrían participado en la desaparición de los 43 normalistas la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014.
El encargado de la Oficina Especial para el caso Iguala de la CNDH, José Larrieta Carrasco informó que un testigo directo de los hechos se acercó a la Comisión para declarar de lo sucedido esa noche, y ésta concuerda con la investigación que la Procuraduría General de la República (PGR) ha hecho pública a través de su portal web.
De acuerdo al testimonio del testigo y que fue recreado en un video por la CNDH, entre 15 y 20 estudiantes fueron llevados en el autobús de la empresa Estrella de Oro 1531 a la zona de Puente del Chipote, donde elementos de la policía municipal de Iguala esperaron a los elementos municipales de Huitzuco. Ahí, los normalistas, que permanecían en el interior del autobús, recibieron descargas de gas lacrimógeno, lo que los obligó a bajar.
—Ya no caben en la patrulla—, dijo un elemento municipal.
—No hay pedo, ahorita vienen los de Huitzuco—, contestó otro.
Al poco rato llegaron al lugar cuatro patrullas de la policía municipal de Huitzuco. Minutos después, dos policías federales pasaron en una patrulla y vieron a los normalistas tendidos en el piso. Lejos de intervenir, los policías fueron informados de que los jóvenes serían llevados con un sujeto llamado “El Patrón”, al municipio de Huitzuco.
—¿Qué pasa con los chavos?—, preguntó un federal.
—Allá atrás chingaron a un compañero, se los van a llevar a Huitzuco. Allá que el patrón decida qué va a hacer con ellos”—, respondió un policía de Iguala.
—Ah ok ok. Está bien—, asintieron los federales.
Los estudiantes terminaron de ser subidos a las cuatro patrullas las cuales se desplazaron sobre la carretera con dirección a Chilpancingo. Esa fue la última ocasión en que los normalistas fueron vistos.
“La autoridad tendría que establecer cuál fue la ruta que siguieron en la desaparición y confirmar o no su paso por Huitzuco”, indicó Larrieta Carrasco, quien solicitó a la PGR ampliar la declaración del conductor del autobús que presuntamente fue llevado a la zona de Puente del Chipote y capturar uno de los presuntos líderes de la organización ‘Guerreros Unidos’.
Larrieta Carrasco informó que de acuerdo a la información revelada por el Grupo de Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) —quien primeramente trabajó esta ruta de desapariciones, aunque no los vínculos con la policía municipal de Huitzuco— elaboró una lista con los nombres de los estudiantes que viajaban en dicho autobús, entre ellos se encontraba Alexander Mora Venancio, único estudiante cuyos restos fueron identificados.
Esta inédita versión de la CNDH puede ser una pieza clave para desmentir la información de la “verdad histórica” que involucra únicamente a policías municipales de Iguala y Cocula, es decir, el punto de partida de una “segunda ruta” de desaparición que deberá ser investigada para determinar con certeza lo sucedido con los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa.
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