Falcotitlan: VIOLENCIA CONTRA MUJER

Hugo Alberto Falcón Páez


Para mejores generaciones, no a la violencia.


Criar y crear mejores hijas e hijos, nos dará un futuro cierto, válido y sustentable. La violencia tiene múltiples acepciones, complejidades verbales y no verbales, conceptos y modelos actualizados. Este domingo 25 se conmemora un año más desde 1993, del Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, o Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Para equiparar programas, foros, cursos, campañas, denuncias que se ejercen y actúan sobre el género.

Asimismo, el de reclamar políticas en los países para erradicar este mal, como lo fue la desventaja temprana en materia de educación. Que era un obstáculo principal para alcanzar la escolarización universal, y cumplir ese derecho en las menores de edad, se restringía el acceso a la educación superior a la mujer y limitaba sus oportunidades de empleo. 

Pero la ONU ha subrayado, el por qué cesar y borrar del mapa una de las violaciones de los derechos humanos hacia mujer y niñas, tan extendida y persistente, en la que el perpetrador (es), o perpetradora (s), disfruten impunidad, entre el silencio, y una mancha de ignorancia y mediocridad, una pena y estigmatización que sufren víctimas y quienes están alrededor de tal llama flamígera social.

La respuesta es milenaria, así como la pregunta. No hay género para quien viole físicamente, moralmente y espiritualmente a nadie. En el caso de las mujeres de la tercera edad y niñas, es más propenso, por ende, debe someterse a estrictos métodos científicos, culturales, psicológicos, psiquiátricos, clínicos, académicos y médicos. Para poder coadyuvar a una sanación integral. No es estrictamente del hombre o varón, violentar a una fémina, sino hoy en día el género va en contra de ella, y cómo va acentuándose. Por un primitivo sentido de la vida, imitar los pasajes de historias proyectadas en la televisión, cine, y en la industria de la moda, alimentación y arte, incluso.

Por ello, se han quedado cortos los expertos en la investigación, y por eso no son tan expertos. Aclarado ese punto, si una madre afecta y daña a su producto y crece y madura, tendrá un eco en su vida. Su existir será una perniciosa conducta en contra de lo bueno, la fe, lo higiénico, el respeto, el cuidado, la protección, la atención. Simplezas que carecen en esta generación más. Sí.

Los catálogos y violentómetros, son paradigmas estériles. Ya que aplican tanto a los dos géneros, masculino y femenino. Si no se haya el punto exacto del balance en la educación, en la calidad y formas de forjar un ser humano, a una persona, no se tendrán resultados que encaminen a la benevolencia. Para ello, el cauce y el flujo positivo, reside de forma individual, y se expresa, se ejercita como un músculo más de nuestro cuerpo. Hay que amar y darse por amado, proyectar en lo más mínimo. Todos.

Es decir, en los campos de acción, las formas en que se manifiesta son el efecto, no la causa: violencia por un compañero sentimental (física, maltrato psicológico, violación conyugal, feminicidio); violencia sexual y acoso (violación, actos sexuales forzados, insinuaciones sexuales no deseadas, abuso infantil, matrimonio forzado, acecho, acoso callejero, acoso cibernético); trata de seres humanos (esclavitud, explotación sexual); mutilación genital, y matrimonio infantil.

Las causas deben englobarse, porque se avecinan tiempos en que el sufrimiento se detecta en las mujeres que se identifican como lesbianas, bisexuales, transgénero o intersex, las migrantes y refugiadas, las de pueblos indígenas o minorías étnicas, o mujeres y niñas con el VIH, y discapacidades, y aquellas en crisis humanitarias.

Se debe poner un alto, por ello se articulan en estos días, mecanismos masivos, en el ecosistema digital, sobre todo, los estandartes como “Pinta tu mundo de naranja”, o “DI NO. ÚNETE”, o líneas con el hashtag, #EscúchameTambién, #DíaNaranja, #OrangeThe World. La fecha tiene 16 días de activismo, concluirán el 10 de diciembre del presente, coincidiendo con la observación del Día de los Derechos Humanos.

Sólo me permito avanzar por el bien de la humanidad. A mí me han servido estudiar y documentarme con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, las 17 Alianzas y 169 metas, así como la Agenda 2030. Voy a terminar con estas palabras: Nacemos, es el primer paso a la existencia, y esa vibración femenina nos complementa. El atributo de ser mujer no es el mismo que el de ser madre. Mujer es un ser concedido por natura innegable, y por conducta recae en los cánones históricos, antropomórficos y filosóficos. Por cierto, en la apertura de este siglo, se adhirieron dos tendencias que bien podrían ser con el paso del tiempo, el censo que erigirá estilos de vida: La conducta sexual y la evolución biológica.


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