Los desplazados, nuevas víctimas de la violencia e inseguridad en Guerrero

Rodrigo Huerta Pegueros*

Sean mil o mil trescientos los desplazados de varios poblados en municipios de la región de la tierra caliente, es un hecho no solo lamentable sino indignante.
Vuelve esto a encender las luces rojas en el estado de Guerrero, por la inoperancia del llamado Operativo Guerrero Seguro (OGS) y es además una demostración de la ausencia del gobierno del estado para proveer de seguridad a la población y proteger no solo sus sus derechos humanos sino también patrimoniales, amenazados hoy por el crimen organizado que opera a sus anchas en esta región colindante con el estado de Michoacán.
El simple hecho de que las propias autoridades locales estén convalidando el desplazamiento obligado por la violencia ejercida por estos grupos criminales, demuestra que la fuerza de las instituciones no han sido suficientes para repeler las actividades de estos grupos y que el operativo Guerrero Seguro ha fallado totalmente, además que el blindaje ofertado por el gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero no ha funcionado aún y con la participación de los elementos del ejército mexicano y la marina Armada de México.
Por lo tanto, miles de familias han tenido que huir de sus lugares de origen e irse a refugiar a donde le fuese posible, sin tener siquiera el apoyo y la cooperación de ninguna de las instituciones sociales que operan dentro de los tres niveles de gobierno.


Cuando los desplazados estaban sufriendo las vejaciones de los delincuentes, sean de origen guerrerense o michoacano, el titular del ejecutivo, Aguirre Rivero, estaba evaluando con toda la parafernalia de la ocasión, la puesta en escena del programa nacional contra el hambre con la presencia de la titular de la Secretaría de Desarrollo Social federal, Rosario Robles Berlanga. Esta actitud de ambos funcionarios solo nos mostraron y demostraron lo ausente que estaban de lo que ocurría en su entorno próximo.
Como si Guerrero no tuviera ya demasiados rezagos sociales que atender, hoy se suma otro más por culpa de un erróneo funcionamiento de los encargados de otorgar seguridad pública a la ciudadanía, como es el caso de los desplazados y hoy refugiados.
Solo nos falta que se demande la presencia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) para acabar con el cuadro de la inutilidad de la función gubernamental en esta entidad, la cual sigue a pasos acelerados el camino recorrido por el gobierno de Michoacán entidad que hoy está gobernada desde la Secretaría de Gobernación federal.
Beatriz Mojica Murga, titular de la Secretaría de Desarrollo Social del estado de Guerrero, ha admitido que en esta entidad hay desplazados y solo ha informado que será hasta este lunes cuando se de a conocer la forma como el gobierno va actuar, lo que nos quiere decir que las policías y las fuerzas armadas no están actuando ya para repeler la acción violenta de los criminales que han amenazado de muerte a quienes hoy han tenido que huir de sus hogares.
El discurso gubernamental está mas que agotado en el estado de Guerrero, ya nadie le da la mas mínima credibilidad a lo que ofrece, promete o se compromete el titular del ejecutivo.
Solo tenemos que recordar que hace ya más de un año que esta región de la tierra caliente estaba bajo la amenaza y el yugo del crimen organizado y que por diversos medios se le dio a conocer al gobernador Aguirre, quien no solo prometió una batida contra estos criminales con la ayuda y prestancia del ejército mexicano, pero la promesa quedó en veremos y nunca se actuó y por lo tanto se siguieron dando hechos lamentables que han costado la vida de muchos ciudadanos y otros más que han sido extorsionados, secuestrados y violentados en sus derechos humanos.
Meses después de que el gobernador Aguirre encabezó en Acapulco (julio del 2012) los Diálogos por la Convivencia y la Paz en Guerrero, se comprometió a llevar a cabo un programa para atender el reclamo de los ciudadanos en las siete regiones de la entidad, cosa que nunca se cumplió y que hasta la fecha se espera que se actúe en consecuencia.
En aquella ocasión, la región de la tierra caliente estuvo ausente en la reunión, por el temor de los ciudadanos para hablar sobre lo que estaba aconteciendo ahí, pues eran y son presas del terror, de la incertidumbre y de la ausencia de protección por parte del gobierno estatal y federal.
El coordinador de esta jornada, Javier Morlet Macho, no ha logrado hacer entender al gobierno estatal de actuar en consecuencia y ha sido presa fácil de la verborrea y la demagogia oficial.
Los resultados están a la vista.
La región de la tierra caliente al igual que otras más, están siendo presa fácil de la delincuencia común y organizada y los hechos hablan por sí mismos.
Los desplazados son una afrenta más al Estado de derecho, a la democracia y a las instituciones nacionales.
Los desplazados hoy son refugiados.
Esto es inédito en Guerrero. Nunca antes se había visto tal afrenta.
Si en alguna ocasión se dio el caso de personas desplazadas de sus lugares de origen fue durante la llamada Guerra Sucia de Guerrero en los años setentas cuando se dieron algunos casos producto del terror impuesto por las fuerzas armadas quienes andaban en busca de guerrilleros y que dieron como resultado la desaparición de más de 700 guerrerenses que hasta el momento no se sabe en donde se encuentran.
Pero nunca en tiempos de paz, Guerrero había sufrido tal agravio como el que hoy han infringido los grupos criminales de Guerrero o de Michoacán.
Lo cierto es que las fuerzas policiacas y federales no han podido someterlos y esto si que nos coloca en los linderos de la ingobernabilidad.

Periodista/Analista Político*

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