Gobernantes, reflejo de los ciudadanos

Alex Islas

Las imágenes de un grupo de personas robando en un centro comercial de Acapulco, aparatos electrodomésticos diversos en medio de la devastación que dejó la tormenta “Manuel”. Sólo ponen de manifiesto la crisis de valores, que desde hace mucho tiempo se vive en nuestro país, en el que la mordida, la tranza, el brincarse la ley, son cosa de todos los días, la cultura que nos rige y eso es exactamente lo que se ha visto con estos actos que se dieron con la complacencia de quienes deben (se supone) aplicar la ley, autoridades que no actuaron y decidieron voltear a otra parte (como siempre).
Esto lo digo a raíz de que mucha gente en redes sociales se quejaba amargamente del gobierno (sobretodo el Federal), pero lo que no acaban de entender nuestros paladines de la Web y bienhechores de ocasión (que con todo y sus buenas intenciones les urge un curso de ortografía), es que las autoridades son el reflejo de los gobernados recordemos que ellos no se eligieron solos, se citaron elecciones, se hicieron campañas (que rayan en lo eterno) y se contaron los votos, por lo tanto la autoridad la elegimos entre todos (guste o no el resultado a algunos).

Lo que quiero expresar es que, increíble pero cierto, estos sujetos que aprovecharon el desastre para tener una TV de plasma con sonido Surround, ayudaron a elegir a unas autoridades que decidieron no actuar y este fenómeno se vive en prácticamente todo el país (para muestra la opacidad y complacencia del Jefe de Gobierno del DF y el gobernador de Oaxaca con un grupo de “maestros”).
Con esto no estoy tratando de perdonar las faltas graves que han cometido gente como Luis Walton, más preocupado porque no pudo dar su primer Grito (después de más de 10 años de buscar la Alcaldía), y un Enrique Peña Nieto, que le interesa más tomarse la foto (y salir guapo) que ayudar a los damnificados.
Como ya mencioné no se eligieron solos, los eligió una mayoría de los ciudadanos a sabiendas de sus antecedentes. En pocas palabras en México, nos desvivimos por dejarle la mesa puesta al maleante, al mediocre y al incompetente. Cambiaremos como país el día en que estemos dispuestos no solo a exigirle mejores y más cuentas de sus actos a los gobernantes, va a ser cuando estemos dispuestos a vivir en sociedad y para eso no se necesita volverse activista y gritar consignas hasta desgañitarse, basta con cosas tan sencillas como no tirar basura en la calle, al ir manejando respetar al peatón y a los otros automovilistas, recoger las heces de nuestros perros, en pocas palabras respetar para ser respetados.
Si cambiamos como individuos, cambiaremos como sociedad y después cambiaremos como país y ya no tendremos autoridades que en una emergencia no den la cara, y ciudadanos que se aprovechen de esto para robar, exactamente lo mismo que hacen los gobernantes de los que tanto se quejan, aquellos que con su voto eligieron.

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