Y no fueron tan felices para siempre

Alex Islas

Definitivamente en el mundo occidental hemos crecido viendo con mucha ilusión las historias que la compañía Disney ha llevado al cine, generaciones tras generaciones durante más de cinco décadas se han maravillado viendo las aventuras y desventuras de los diferentes personajes animados, pero las historias en las que se basó la famosa compañía del ratón Mickey en muchos casos tienen finales bastante diferentes, repasemos algunos:

El Libro de la Selva: Rudyard Kipling imaginó un final radicalmente diferente al que inmortalizó Disney en 1967. En la conclusión de Kipling, Mowgli regresa a la aldea con los humanos, pero estos no lo aceptan y lo expulsan junto con la única familia que fue lo suficientemente generosa como para acogerlo, en venganza Mowgli recluta a los elefantes, los lobos y Baghera y juntos destruyen la aldea. Para la edición de aniversario en blu-ray, guionistas de Disney pensaron en un final alternativo que consistía en el reencuentro de Mowgli con sus padres en la aldea.

La Cenicienta: La historia dulce de Disney es muy diferente a lo que tenían en mente los Hermanos Grimm. En la historia original las hermanastras se amputan partes del pie para que les calce la zapatilla, pero los intentos son en vano, ya que el Príncipe descubre el engaño y se casa con Cenicienta, la Madrastra termina como una limosnera ciega porque los pajarillos amigos de Cenicienta le sacan los ojos a picotazos, mientras las hermanastras terminan pobres, solas y encima cojas. Disney (como siempre) intentó secuelas francamente nefastas, como aquella en que la Madrastra viaja en el tiempo gracias a que le quita la varita al Hada Madrina.

La Sirenita: Digamos que la historia de Hans Christian Andersen es un tanto cuanto más decepcionante de lo que se vio en las salas de cine en el último año de la década de los 80’s. Ariel vive perdidamente enamorada del Príncipe, pero a diferencia del filme, este jamás le corresponde y a cambio la Bruja del Mar (nombrada Úrsula en la película) hace que se convierta en espuma y vaga por el mundo la Sirenita haciendo buenas obras para los niños, lo que le quita un día a su sentencia, pero cada que llore un niño su sentencia aumenta tres mil años.

La Bella y La Bestia: En la historia original no hay tantos cantos ni coreografías como en la película de Disney, pero Bella tiene dos hermanas que son bastante envidiosas y una vez que la chica se casa con la Bestia tratan de convencer a Bella de que se quede más de la semana que la Bestia le permitió con la esperanza de que la joven una vez que regrese al castillo termine siendo la comida de la Bestia por desobedecerlo.

Blancanieves y los siete enanos: La Madrastra no era en realidad la segunda esposa del rey (padre de Blancanieves), era la madre de la propia Blancanieves; una vez que la joven de cabellos negros como el ébano se casa con el Príncipe, la madre de Blancanieves va a la boda, pero los enanos al verla le preparan unos zapatos de acero hirviendo y obligan a la malvada a bailar con el ardiente calzado puesto hasta literalmente caer muerta.

Como pueden ver las historias generalmente no son lo que parecen, pero lo bonito del cine y la literatura es hacernos imaginar y entretenernos, como muchos lo vemos: un placer (sólo espero que con este artículo no haya arruinado algunas infancias).

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