Hugo Falcón Páez
Medios de comunicación
masivos al sonoro rugir del tambor.
Hablar de democracia en el mundo es tocar un tema muerto. De hecho en
repetidas ocasiones he dado a conocer que la democracia fue un ejercicio
filosófico creado, determinado y habilitado en Grecia. En el Siglo V a. de C.
Atenas daba de qué hablar en los periodos de Clístenes (510 a. de C.),
Macedonia (322 a. de C.) y la Constitución de Solón (594 a. de C.). Para
entender de una manera correcta este embrollo actual, es vital remitirnos a las
sociedades apátridas, antes del esplendor ateniense, que quiere decir una
sociedad sin Estado, la cual no se rige por uno. Y el sistema timocrático que
se deriva del griego timé (honor) y krátia (gobierno), que en la política
griega significaba que los únicos que participaban en el gobierno eran los
ciudadanos que poseen un determinado capital, o bien, un cierto tipo de
propiedades. Pero lo que tenía más valor era la búsqueda y obtención del honor,
uno de los fundamentos del régimen político de la época.
El cual el día de hoy
también está muerto. Nos remitimos a Platón con su obra La República, en la
cual describe todos los ideales y los diversos grados de corrupción que va
sufriendo el Estado. Entrados en el Siglo XIX y avanzados en el Siglo XX, la
democracia liberal nos ubica en otro tiempo y concepto, forma y contenido, todo
esto anotado y estudiado desde la antropología social aplicada. Y bien, el
modelo de comunicación política en México tiene dos vertientes, a partir de la
reforma constitucional de 2007. La propaganda gubernamental y la propaganda
política electoral. En el primer eje se encuentra la intervención de los
gobernantes en las elecciones, pero a merced de la reforma constitucional
electoral, está prohibido durante las campañas esta acción. La exposición de
los motivos de la iniciativa constitucional dice que es necesario que los
poderes públicos en todos los órdenes, observen en todo tiempo una conducta
imparcial respecto de la competencia electoral. En el segundo eje, la
propaganda político-electoral, al reformar el artículo 41 Constitucional, se
señala que en México es urgente
armonizar, con un nuevo esquema las relaciones entre política y medios de
comunicación. Y en esa virtud quien lo regule, Instituto Federal Electoral o
Instituto Nacional Electoral, administra los tiempos oficiales, para los
partidos políticos y las autoridades electorales, con disposiciones específicas
desde la Constitución y la ley. Respecto al tiempo en medios para los partidos
políticos y la distribución equitativa en la programación.
Los medios de
comunicación se convierten en actores importantes de los procesos electorales,
y comparten por encargo del Estado Mexicano una gran responsabilidad pública,
coadyuvan también por criterios reiterados del Tribunal Electoral del Poder
Judicial Federal a cuidar que las disposiciones legales se cumplan, y a
compartir la responsabilidad del incumplimiento. En cuestión de lo que sucede
en Acapulco y Guerrero, se debe ahondar en la jurisprudencia, para observar
justamente las sentencias que han resuelto casos fundamentándose en ellas
mismas. Juega un papel importante la Comisión de Radio, Televisión y
Cinematografía de la Cámara de Diputados. Pues dentro del marco jurídico, se
debe actualizar o reformar el escenario político electoral actual. La Ley
Federal de Comunicación Social, debe y tiene que revisar las iniciativas e
invitar a que se pongan a trabajar los legisladores de cada entidad. Informar
no es un delito, pero sí hay reglas, modelos a cumplir y leyes, que deben
acatarse por el bien de la República. Los medios de comunicación masivos tienen
tanta apertura hoy, que cabe anotar que la laguna número uno es que la labor
proselitista no está legislada en esa plataforma. Me refiero a las redes sociales,
que más que ser una herramienta para el bien común, son por ejemplo, Facebook,
un caldo de cultivo de egolatría, miseria y resentimiento social. Google +,
Twitter, Linkedln, entre otros, se han convertido en los nuevos ministerios
públicos del Fuero Común. Fiscalías cibernéticas donde a través de portales
web, blog, micro blog, han denostado y acusado a millones de personas. Los
medios de comunicación social o social media, en inglés, han suplido las
llamadas telefónicas, los chat room, mensajes de texto y multimedia.
Es el Muro
de los Lamentos del Siglo XXI, son publicidad al servicio de la
telecomunicación y mercadotecnia. La comunicación digital no es un puñado de Me
Gusta o miles de seguidores, ni cientos de notificaciones, es acercarnos más a uno
mismo, buscar y hallar lo mejor de nosotros, para así por añadidura dar lo
bueno siempre a los tantos internautas que se postran en la WEB 2.0, WEB 3.0 y
la que está por venir, la WEB 4.0. Por ello, hablar de comunicación y
democracia, es hablar de temas muertos que podemos revivir con la imaginación,
en base a una realidad que supera muchas veces nuestros sueños y pesadillas.Pensemos
pues cómo crear en un mundo el himno que generaciones cantarán, civilización y
pureza, verdad y libertad.
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