Averígüelo Vargas

Enrique Vargas Orozco

ALBERTO LÓPEZ ROSAS NUEVO ALIADO CON LA IPG QUE PROMUEVE A ÁNGEL AGUIRRE HERRERA

Aunque ya venían trabajando juntos desde hace algunas semanas, apenas se dio a conocer la alianza entre las corrientes Izquierda Progresista de Guerrero (IPG) y el Movimiento Ciudadanos de Guerrero (MCG), que encabezan el gobernador Ángel Aguirre Rivero y el secretario del Trabajo, Alberto López Rosas, con miras a la elección interna de consejeros del PRD que habrá de celebrarse el fin de semana venidero.

Esta es una alianza importante, ya que López Rosas fue presidente municipal de Acapulco, posición que logró, de hecho, por su propia cuenta, sin mayor apoyo de la estructura perredista del puerto, que no lo respaldaban, porque siempre se ha mantenido independiente, con fuerza propia, sin participar en los arreglos y disputas por el control del perredismo en el estado y en el puerto.

Representa una fuerza importante en esa localidad, de nodo que representa un respaldo considerable para que la IPG, la corriente del gobernador Aguirre quede bien posicionada dentro de la estructura de ese partido; será agregar una fuerza destacada para que logre la postulación a la presidencia municipal el diputado Ángel Aguirre Herrera, quien lleva un buen trabajo de acercamiento con la gente en el puerto, especialmente en las colonias populares, done ha logrado una amplia aceptación por su buen trato y sencillez.

Ya son bastantes las adhesiones que la IPG ha logrado entre políticos del puerto y otros puntos del estado, como fue en los casos de Félix Salgado Macedonio, de Armando Ríos Píter, aunque con ellos habría que hacer un balance de las cargas positivas y negativas que ambos representan, aunque en estos momentos, la decisión debe ser la de sumar apoyos, porque alguna fuerza representan esos dos personajes, aunque no se agregue la parte negativa que también arrastran.

Al conocerse la alianza “coyuntural”, con López Rosas, se planteó que puede haber mejores resultados el próximo domingo 7, en la reunión del perredismo estatal, cuando esperan tener una buena cantidad de consejeros y de posiciones en el perredismo estatal.

Apenas ayer mencionábamos en este espacio la adhesión de Jesús Rogel González, quien salió de las  filas del grupo de Evodio Velázquez, acompañado por líderes populares de varias colonias y comunidades.

Todo muestra pues, que se ha integrado una fuerza importante a la Izquierda Progresista de Guerrero (IPG), que debe quedar bien posicionada luego de la reunión del fin de semana.

Insistió López Rosas en que con su corriente van a respaldar a los consejeros estatales de IPG, porque también van propuestas de su grupo, pero insistió en que no hay una fusión de corrientes, sino una alianza para buscar obtener los mejores resultados en las definiciones que deben darse el domingo.

Todo indica que la IPG habrá de recibir nuevas adhesiones, porque han estado trabajando con intensidad, pues hay mucha gente que está inconforme con la forma en que los actuales grupos dominantes han manejado el partido, siempre en su beneficio, de modo que hay una clara tendencia a provocar cambios para fortalecer a la nueva corriente que les ofrece otras posibilidades de renovación y cambio en favor de la mayoría de los militantes no de pequeños grupos que sólo buscan acaparar los privilegios.

Se le preguntó a López Rosas si su alianza con el grupo del gobernador era para que la Procuraduría dejara de hacer señalamientos en su contra y para evitar que lo citara a declarar en torno al asesinato de Armando Chavarría, respondió que para nada estaban ligados ambos asuntos, que se manejan separadamente y sin que tengan repercusiones entre sí.

PROTEGE EL EJÉRCITO LA CONSTRUCCIÓN DE VIVIENDAS PARA DAMNIFICADOS

Aunque se han dado algunos retrasos en la construcción de las viviendas en las que serán reubicadas las familias que fueron afectadas por la tormenta “Manuel”, ahora que ya se tienen los terrenos suficientes, se solicitó y obtuvo la presencia de elementos del ejército, para colaborar en los trabajos y ofrecer seguridad a las empresas y trabajadores que están en esas obras, ya que en días pasados fueron asaltados por un grupo de delincuentes que los amenazaron con armas para despojarlos de sus pertenencias.

Ahora, ya están en los terrenos de El Mirador los militares, pero no solamente para brindar seguridad, sino que se trata del cuerpo de ingenieros militares, que llegaron con camiones de volteo y al parecer otras máquinas, con las que empezaron a trabajar para alinear el terreno donde se habrán de colocar las casas para quienes estaban asentados en zonas de riesgo, por lo que sus viviendas de madera y cartón fueron arrastradas por las aguas en el mes de septiembre pasado.

El delegado de la Secretaría de desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Héctor Vicario Castrejón, informó que esa dependencia, encargada de la mayor parte de la reconstrucción de los daños causados en el estado por los fenómenos naturales, ya tiene todos los predios necesarios para la ubicación de miles de viviendas, ya que deberán construirse 11 mil casas, de las cuales ya hay avances en Chilpancingo y Acapulco, con poco más de mil viviendas.

La Sedatu entró en la etapa de conclusión de los trabajos, señaló Vicario Castrejón, para lo que habrá de ocuparse casi 110 hectáreas en diversos municipios del estado, pero especialmente en Acapulco, Chilpancingo y otros más de las Costas y la Montaña.

En la capital un primer lote se entregará antes de que concluya este mes, dijo el delegado de Sedatu, en coordinación con el alcalde capitalino, Mario Moreno Arcos.

En el terreno de El Mirador, donde llegaron los militares a hacerse cargo de la seguridad y de parte de los trabajos de reconstrucción se edificarán 1,050 viviendas.

Sin embargo, los transportistas locales que estaban trabajando en esa zona protestaron por la presencia de los volteos militares y de otras máquinas, porque dijeron que los militares deberían estar presentes sólo para ofrecer seguridad a los trabajadores, pero no para que los sustituyan en el trabajo que ya tenían contratado, aunqure en realidad en poco habían avanzado porque no tenían manera de protegerse y eran amenazados por los delincuentes que ya les habían advertido que tendrían que pagarles una cuota para dejarlos trabajar, es decir, que querían extorsionarlos y por eso la presencia de los militares, que ya había solicitado la Sedatu.

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