Más de 200 personas disfrutaron del concierto Del medioevo al danzón



Desde la comodidad de una silla o sentado en una grada mirando una pantalla, 209 personas disfrutaron del concierto Del medioevo al danzón que se realizó en la Capilla Gótica del Centro Cultural Helénico. 

El músico, compositor y arreglista Horacio Franco y el contrabajista Víctor Flores fueron los responsables de ejecutar las 18 canciones que integraron el programa de este concierto -pensado para disfrutar e incluso bailar en familia- que fusionó sonatas, suites, danzas cubanas y danzones.

Este evento ofreció al público la oportunidad de experimentar un concierto inmersivo, es decir, escuchar, sentir y disfrutar la música de forma distinta, más intensa y emotiva, ya que 109 de los asistentes estuvieron sentados junto a los dos músicos y se volvieron parte de ellos, mientras que otros 100, sentados en gradas, pudieron verlo a través de una pantalla gigante colocada afuera de la capilla.

En el primer bloque del concierto sonaron cinco melodías alegres, atrevidas e impredecibles: andante-allegro de la Sonata para flauta en mi menor, BWV 1034, del compositor alemán Johann Sebastian Bach; O cieco mondo, del músico italiano Jacopo da Bologna; allegro de la Sonata metódica en la menor, del compositor alemán Georg Philipp Telemann; Teléfono a larga distancia, del músico cubano Aniceto Díaz, y presto de la Sonata en re mayor Op. II núm. 11, del músico italiano Antonio Vivaldi.

Luces moradas y azules iluminaban los rostros de Horacio Franco y Víctor Flores, quienes en el segundo bloque interpretaron cuatro canciones que incitaban al baile y la fiesta: preludio de la Suite inglesa No. 2 BWN 807, de Johann Sebastian Bach; Al fin te vi, del intérprete cubano Ernesto Lecuona; allegro de la Sonata en fa mayor, Op. II No. 4, de Antonio Vivaldi y el danzón Almendra del músico cubano Abelardo Valdés.

Cuatro melodías que recreaban al público atmósferas de viajes festivos por lo inexplorado, fantástico y misterioso sonaron en el tercer bloque: Juárez, del compositor mexicano Esteban Alonso; allegro de la Sonata en fa mayor, Op. VI No. 4, del músico italiano Arcangelo Corelli y preludios del clave bien temperado, de Johann Sebastian Bach.

Entrados en el ámbito de las sorpresas, Horacio Franco tocó al público El son de la Catarina de forma especial: haciendo uso de una flauta de carrizo y un ténabaris (hilos de nylon donde están pegados o cosidos capullos secos de mariposa que han sido recolectados en el campo), mientras que Víctor Flores lo acompañaba utilizando su contrabajo como cajón. 

Llenos de música, los asistentes corearon: ¡bravo, bravo, bravo!, mientras Horacio Franco tomaba su flauta dulce para continuar con el festejo musical e interpretar cuatro canciones que invitaban al zapateo: presto de la Sonata en la menor, Op. II núm. 12, de Antonio Vivaldi; Rigoletito, danzón del compositor cubano Tomás Ponce Reyes; Le duc d´ Orleans, del francés Jacques Hotteterre, y Nereidas,del compositor mexicano Amador Pérez.

El concierto Del medioevo al danzón, organizado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a través del Programa Nacional de Animación Cultural, finalizó con la Suite para flauta, del compositor francés Louis-Antoine Dornel.

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