EL FINI HA SIDO UN ESPACIO DE FORTALEZA PARA MI TRABAJO: PABLO ERNESTO PIOVANO





Descubrir que hoy en día el 60% del territorio cultivable en Argentina es sembrado con semillas genéticamente modificadas, hechas en un laboratorio, con gran cantidad de tóxicos y ha convertido a su país en una zona de experimentación, llevó a Pablo Ernesto Piovano a realizar el foto reportaje que resultó ganador del primer premio del Concurso Internacional de la Imagen en su V edición, organizado por el Festival Internacional de la Imagen (FINI 2015), en la categoría de Fotografía Profesional.

“El costo humano de los agrotóxicos” es una serie fotográfica que retrata los estragos físicos que a lo largo de 20 años han provocado a los pobladores rurales más cercano a los cultivos transgénicos, químicos tales como el 2.4b (agente utilizado por el ejército americano en Vietnam y el cual ha sido señalado como cancerígeno).

Así, el fotógrafo argentino descubrió una causa más allá de la labor periodística, misma que emprende de manera independiente, con sus propios recursos, para lo cual echa mano, incluso, del tiempo de sus vacaciones y busca el apoyo en distintas instituciones. 

Una forma de mantener sus proyectos es postular su trabajo fotográfico en diversos concursos que le permitan los medios económicos para seguir el desarrollo de su labor de denuncia social y hacerla visible cada vez a más personas. 

A casi un año del evento realizado por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo y su Patronato, Piovano platica su experiencia al obtener el galardón, los efectos positivos de éste sobre su proyecto y la situación actual que envuelve hoy el gran problema de agrotóxicos, con la entrada del nuevo gobierno en Argentina. 

“El FINI para mí fue un impulso para constatar que el trabajo estaba bien trazado, que tenía fuerza y el tema es de interés. Sentí compañía y por su puesto la fuerza económica. Poder llegar a México fue un gran paso, un espacio de fortaleza para mi trabajo, para toda esta causa, porque entiendo que no sólo tiene que ver conmigo, sino con lo que está sucediendo, la violación a los derechos humanos”.

Piovano afirma que en estos nuevos tiempos el fotoperiodismo independiente resulta muy complicado y para eso están todos estos premios y fundaciones que permiten a la fotografía documental independiente seguir adelante. 

“Sabemos que los medios concentrados atienden a intereses y muchas veces son cómplices. Políticamente nada bien, a pocos días de haber entrado el nuevo presidente Mauricio Macri, se ha anunciado el retiro de la protección hacia los afectados y se ha incrementado el apoyo a los sojeros (cultivadores de soja o soya), lo que evidencia un modelo totalmente ciego ante los enfermos y totalmente a favor de la industria tóxica”, explicó.

Aun así, con todo en contra, reconoce que ha triunfado la conciencia y crecido la participación. Sin embargo, continúa preocupado y triste porque esta problemática se agrava y los medios de comunicación no hablan al respecto y, por el contrario, “se silenciarán aún más”, advierte. 

Pese a que la solución del problema de los agrotóxicos se aleja con el nuevo modelo de gobierno que recién se encumbró en Argentina, Pablo Ernesto sigue apoyando la causa que ya le ha valido 5 reconocimientos, varias exposiciones internacionales y la petición para postular su trabajo en varias agencias internacionales.

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