Exhibe el Museo Nacional de Antropología las artes de África Central en la exposición Río Congo





Una rica colección etnográfica presenta la exposición temporal Río Congo. Artes de África Central, la cual desde su inauguración, efectuada el 16 de diciembre de 2015, ha sido visitada por casi 30 mil, en el Museo Nacional de Antropología (MNA).

El montaje muestra las complejas y diversas identidades culturales alrededor de la cuenca del río Congo, así como los rasgos afines que las impregnaron en la intensa relación con sus aguas. Máscaras, esculturas y textiles nos hablan de la fuerza de rituales y costumbres marcadas, a su vez, por la fuerza de sus poderes caudales.

Río Congo. Artes de África Central constituye la más amplia muestra dedicada a colecciones provenientes del continente africano en México; 346 piezas principalmente de los siglos XIX y XX, de las colecciones y fondos del Museo de Quai Branly, de París, Francia.

Objetos correspondientes a las tribus, lega, bembe, fang, vuvi, kota, punu, adouma, eshira, luba, ngbaka, ngombé, tsogho, kwele, teke, pomo, mbete, pende, suku, kongo y songye, se distribuyen en la Sala de Exposiciones Temporales del Museo Nacional de Antropología en cinco secciones: Máscaras en forma de corazón, Relicarios y estatuas de ancestros, Representaciones femeninas en las sabanas subecuatoriales, Instrumentos musicales, y Abstracción.

A lo largo de mil 200 metros, el público mexicano y extranjero puede apreciar máscaras, relicarios, estatuas, tocados, armas como hachas y lanzas; arpas, tambores, silbatos, sonajas, así como textiles; en los materiales de madera, piel, fibras, marfil, plumas, hueso, rafia, hierba, follaje, cerámica, caolín, resinas, algodón, hierro, latón, cobre, vidrio, conchas, perlas, y pigmentos.

A diferencia de los montajes presentados en el Museo de las Civilizaciones Asiáticas de Singapur, de Shanghái, el Nacional de Corea del Sur; el de Arqueología e Historia de Le Mans, y en el Castillo Sédières en Francia; para la muestra en México el Museo de Quai Branly destinó más de 100 piezas, entre armas y textiles, que nunca habían salido de sus colecciones, objetos que ni siquiera suelen mostrarse en sus propias vitrinas.

Al montaje se le denominó Río Congo por la importancia de este afluente, durante siglos, como fuente de vida e inspiración de alrededor de los 20 grupos étnicos, además de que es segundo en extensión de África después del Nilo, y cuya superficie actualmente comprende seis países: Camerún, Guinea Ecuatorial, Gabón, República del Congo, República Democrática del Congo y Angola.

De esta muestra se resalta que las piezas que alberga el recinto ubicado en el Bosque de Chapultepec atrajeron la atención, a principios del siglo XX, de varios artistas europeos, como Pablo Picasso, Amedeo Modigliani, Gustav Klimt y Henri Matisse, quienes en objetos como máscaras y esculturas encontraron una fuente de inspiración estética.

En la exposición Río Congo. Artes de África Central, las piezas están acompañadas por cedulas informativas en las que se leen sus características, lugar de creación, material, año, y colección de la que es parte. Además, cuenta con una pantalla que proyecta documentos audiovisuales subtitulados al español en la que se puede conocer más de las diferentes tribus que se presentan en la exposición.

Asimismo, la muestra compara las culturas del África Central con el objeto de descubrir puntos de convergencia, que van desde rasgos corporales (dientes pulidos, escarificaciones, tintes blancos, rojos o negros) hasta instituciones fundamentales (ritos de iniciación, agrarios, terapéuticos, funerales y de entronización de jefes y reyes).

Tras dar un recorrido a la exposición, Carlos Andrés Moreno, de origen colombiano, calificó a la exposición de “maravillosa y hermosa” en la que se pudo conocer un poco más de la cultura africana, al tiempo que lamentó no saber más de dicha cultura, sus tribus y objetos que se exhiben, para disfrutarla más.

“Uno viene a estos lugares en el intento de dejar de ser tan ignorante. Mi hija vive acá y es la tercera vez que la visito, nunca había venido a este museo, es extraordinario, México tiene una gran cultura y el Museo Nacional de Antropología además de mostrarnos esa riqueza, da un espacio para exponer las culturas de otros lados. Es fabuloso”, expresó el turista de 62 años.

Máscaras en forma de corazón

La máscara se presenta en África como el signo fundamental de comunicación que expresa un mensaje altamente simbólico, el ser que tiene una máscara es dinámico, está relacionado con la mímica, la música, el baile, y el canto.

Las piezas que integra la primera sección de la muestra son máscaras creadas por pueblos de la selva ecuatorial, hechas generalmente de madera de marfil, en su mayoría son cóncavas y están talladas en bajorrelieve.

Sobre este apartado, el curador de la exposición Francois Neyt señaló en la inauguración que el papel multifacético del enmascarado es un indicio de comunicación, para enseñar y reavivar la identidad del grupo en los rituales de iniciación, venerar a los ancestros, a los espíritus de la naturaleza, así como ahuyentar a los espíritus devoradores de almas, identificar y castigar severamente a los culpables e incluso curar a los enfermos y acompañar a los difuntos.

Las máscaras, antes que cualquier otra cosa, es una manifestación de la presencia de un espíritu en el seno de la comunidad de vivos, que podría ser el espíritu de un difunto en específico y aun en este caso su presentación no era realista: las máscaras con rostros humanos son idealizadas.

Entre las piezas que se pueden mirar en la muestra están máscaras de la República del Congo, donde se ve la importancia de la vista y de la mirada; del bembe del este, que se concentra en las cavidades oculares y los ojos.

También se observan máscaras ofrecidas a gobernadores; del Congo piezas de gran simplicidad y policromaticas, así como esculturas con cabezas en forma de corazón, asimismo se explica que las máscaras y objetos varían según la autoridad de las personas, pues sólo las de alta jerarquía tienen los objetos más hermosos.

Relicarios y estatuas de ancestros

Distintas figuras se pueden apreciar en el apartado Relicarios y estatuas de ancestros, éstos últimos se explica, hay de diferentes tipos: buenos y malos, peligrosos, muertos de manera violenta, de espíritus de la naturaleza.

Entre las piezas están dos guardianes que ven en dos direcciones diferentes, una estatua femenina, cubierta de aceites vegetales, la cual tenía una función sagrada y una presencia fuerte en la mirada, un Perro protector con clavos, el cual es la representación de un animal doméstico empleado para activar la fuerza y que los malos espíritus no entren a la casa. Mientras que en los relicarios, se explica, se conservan los restos de los difuntos que están escondidos.

En esta sección también se pueden ver tocados, que tradicionalmente eran usados tanto por los hombres como por las mujeres, estatuillas de guardián de relicarios Mbulu Ngulu, los cuales se esculpían en madera y se adornaban con placas y laminillas de hojas de cobre y latón, el uso de estos materiales importados de Europa, considerados preciosos indica que estas estatuillas eran de gran valor, pues se creía que las superficies brillantes de las partes metálicas revertían las influencias negativas.

Dichas estatuillas- relicario estuvieron entre los primeros artefactos africanos expuestos en Francia a finales del siglo XX. Su representación tan abstracta del hombre ejerció una influencia considerable en el desarrollo de arte occidental.

Representaciones femeninas en las sabanas subecuatoriales

La mujer jugó un papel esencial durante la paulatina transformación de las sociedades africanas. Las representaciones femeninas en máscaras y estatuas son testimonios de esta posición preponderante.

En esta sección se pueden ver a la reina Nzinga del reino de la Matamba en territorio del Congo y las esposas reales de los kuba o de los luba hasta la reina de los holo, entre otras madres respetadas; se destaca la importancia de las mujeres dentro de las relaciones con el mundo real y el invisible.

Se expone que la mujer está simbólicamente unida al ciclo de la vida, a la luna nueva, las estaciones, la agricultura y cualquier forma de fertilidad. Una figura que llama la atención es el Fragmento de un panel de puerta de la cultura punu, Gabón, figura femenina esculpida en madera.

Instrumentos musicales

En este apartado se pueden ver instrumentos musicales y mobiliarios. Los instrumentos musicales son indispensables en la cultura africana ya que son empleados en las ceremonias, pero también por el simple placer de acompañar los cantos y relatos.

Tambores, sonajas, silbatos, y arpas son los instrumentos que pueden verse en mayor cantidad. Se observan barriles de los tambores adornados con motivos geométricos grabados o esculpidos, dichos elementos figurativos son ornamentos poco frecuentes. Cuando aparecen hacen referencia al rostro humano, en ocasiones evocado por medio de ojos o en forma de máscara o cabeza que parece desprenderse de la madera que constituye el objeto.

En África Central las arpas son equiparables a estatuas o incluso a individuos, la caja de resonancia, generalmente acinturada evoca el cuerpo femenino. El cordal, especie de mango sobre el que están fijadas las clavijas, penetra en la caja, lo que remite al principio masculino.

Llaman la atención las arpas provistas de piernas, esto refuerza la semejanza del instrumento con un personaje. Durante la interpretación, el instrumento y el músico parecían tener la forma de una pareja abrazada. De esta pieza se pueden apreciar las arpas arqueadas de las culturas zandé y mangbetu de finales del siglo XIX y principios del XX.

Sobre el mobiliario, a principios del siglo XX algunas piezas africanas despertaron la admiración de los aficionados al arte africano, que se percataron de que las preocupaciones estéticas no se limitaban a las máscaras y estatuillas.

En las cedulas se explica que el gusto por el art deco ha provocado que algunas obras se conviertan en fuente de inspiración no solo para pintores y escultores, sino también para creadores de muebles, siendo el ejemplo en Francia los ebanistas, diseñadores y decoradores de interiores.

Entre las piezas de mobiliario que se pueden ver están las Cestas, a las que se les ha relegado como objeto de uso doméstico, de éstas se pueden ver redondas, cuadradas o rectangulares, además de las peculiares cestas de fondo redondo y abertura cuadrangular. 

La cesta de la cultura kongo se caracteriza por usar fibras de mimbre (de aspecto brilloso, oscuras, crudas y casi amarillas), que facilitan la realización de composiciones geométricas en su superficie. Frisos de rombos, polígonos, óvalos y líneas finas de colores alternadas forman parte de la colección.

Otra pieza considerada como mobiliario son las esteras, consideradas productos artesanales, las cuales sólo exploradores y antropólogos han conservado como testimonios concretos de producciones africanas; de este tipo de piezas se ven Esteras con motivos figurativos, por ejemplo de la cultura vuvi.

También se pueden ver textiles, entre ellos paños de la cultura mbete, de la República Democrática del Congo. Se explica que en África Central se han producido piezas espectaculares y coloridas que parecen verdaderos cuadros abstractos.

Los paños de la cultura kuba muestran una gran diversidad en sus motivos ornamentales. Siempre hacen referencia a la posición social de sus dueños en comunidades muy jerárquicas por lo que a algunos individuos se les prohibía usar telas de algodón importado.

Hacia la abstracción

En la sección de Hacia la abstracción se indica que a principios del siglo XX varios artistas europeos encontraron una nueva fuente de inspiración estética en las esculturas y las máscaras provenientes de África. De hecho, las artes negras como se conocían en aquella época ya fuera de arte africano o de Oceanía, no pueden desligarse de ciertas obras de los más grandes pintores y escultores occidentales, en ocasiones también coleccionistas.

Por ejemplo, la influencia del arte africano puede reconocerse en las pinturas de Pechstein o de Kirchner, quienes integran de modo directo objetos africanos en sus composiciones. Picasso, Modigliani y Matisse encontraron soluciones plásticas en las máscaras africanas y en los rostros de las estatuillas. Después, Giacometti procedería de la misma manera con las obras que hacen alusión a cucharas africanas.

Junto con estas formas figurativas, otras obras africanas inspiraron a los artistas a llevar a cabo composiciones más abstractas. Esta corriente se inició con Gauguin, quien en 1893 introdujo glifos de la Isla de Pascua en una de las pinturas.

En este apartado destacan los Paño dinero de la cultura kuba, realizados con rufia y fibra de palmera, atesorados por el pintor Henri Matisse.

Armas

Un extra que presenta el montaje en México es la exhibición de armas; la extracción y el trabajo metalúrgico se practicaron en África Central desde el siglo IX antes de nuestra era, en la que se produjo cuchillos, espadas, sables, lanzas o puntas de flechas.

Las armas de África Central son celebres por su equilibrio, su aspecto ofensivo y sus bellas formas. Fueron coleccionadas por los europeos desde el siglo XVI y formaron parte de los primeros objetos africanos llevados a Europa.

Se observan hachas de lujo, los ejemplares realizados por los diferentes grupos songye son los más espectaculares, por sus láminas enrejadas y por el uso del cobre para confeccionar el mango o simplemente como motivo insertado en el hierro.

Otras de las armas son la moneda liganda, los cuchillos arrojadizos museles, cuchillo arrojadizo kipinga, el cuchillo arrojadizo moko-ndo, cuchillo arrojadizo ondo, también hay cuchillos y su funda, espada mambeli (arma de lujo bwagogambanza), cuchillo ifangbwa, cuchillo y espada corta mopamba.

En cuanto a las armas de mano (Punzocortantes), cuchillos o espadas, se caracterizan por tener un mango de madera recubierto con cobre o latón, en ocasiones, una forma de clavos de tapicería importados de Europa y una hoja muy larga.

Sonidos colectivos

La exposición cuenta con un espacio interactivo, en la que se pueden ver videos colocados en máscaras, tocar el tambor o el arpa, por lo que los visitantes podrán crear sus propios sonidos y establecer conexiones con quienes tocan los otros instrumentos.

Río Congo. Artes de África Central, muestra presentada por la Secretaría de Cultura, el INAH y el Museo del Quai Branly de País, Francia, y que es la presentación de culturas ricas e inquietantes y diferentes, con elementos básicos de lo que es la humanidad; estará abierta en el Museo Nacional de Antropología, en la Sala de Exposiciones Temporales, hasta el 3 de abril. Horarios de visita: martes a domingo de 9:00 a 19:00 horas. Entrada libre.

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