La Orquesta Sinfónica Infantil de México y el Coro Infantil de la República, semilleros de jóvenes talentos




Como desde hace 14 años, en 2015, la Orquesta Sinfónica Infantil de México (OSIM) y el Coro Infantil de la República (CIR), agrupaciones artísticas que para su integración realizan una selección en todo el país, y que son pertenecientes al Sistema Nacional de Fomento Musical que coordina la Secretaría de Cultura del Gobierno Federal, realizaron una serie de conciertos. 

Desde 2001, año de su creación, la Orquesta Sinfónica Infantil de México se ha consolidado como semillero de jóvenes talentos, de la que han egresado músicos para integrarse a la Orquesta Escuela Carlos Chávez, así como a las orquestas juveniles y profesionales de México.

La Orquesta Sinfónica Infantil de México está conformada por 110 músicos menores de 17 años de edad, de las 32 entidades federativas del país. Los cinco estados con mayor representación en la agrupación son Baja California, Estado de México, Distrito Federal, Veracruz y Chihuahua.

De las 50 orquestas infantiles y juveniles que tienen representación, 14 pertenecen al Movimiento Nacional de Agrupaciones Musicales Comunitarias –que en 2013 puso en marcha el Sistema Nacional de Fomento Musical–, las cuales son: Agrupación Comunitaria de Yucatán, Agrupación Musical Comunitaria de Texcoco, Orquesta Sinfónica Juvenil Silvestre Revueltas, Orquesta del Centro de Estudios Musicales.

Además de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Chihuahua, Orquesta Red Río Nuevo, Orquesta Sinfónica Comunitaria Red Cerro Colorado, Orquesta Sinfónica Comunitaria Lomas del Paraíso, Orquesta Comunitaria DoReMi, Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil Imagina, Joven Orquesta Sinfónica Chihuahua, Orquesta Sinfónica Comunitaria Quinta Carolina, Banda Sinfónica El Zarco y Sistema Renacimiento.

Los niños seleccionados se reúnen en un campamento de estudio donde trabajan con profesores especializados en cada uno de los instrumentos sinfónicos, con el propósito de perfeccionar su técnica e interpretación musical. Asimismo, profundizan en el conocimiento del repertorio seleccionado para el ciclo de presentaciones que integran la gira nacional.

Conformado por 102 coristas

El Coro Infantil de la República está integrado por 102 miembros y se ha convertido en un espacio de recreación y desarrollo integral donde chicos de entre seis y 17 años de edad han comprobado que a través de la práctica coral no sólo pueden ampliar lazos amistosos, sino también cada vez que interpretan una nueva obra enriquecen su lenguaje y conocen nuevas palabras.

De los 22 coros infantiles y juveniles representados, seis integran el Movimiento Nacional de Agrupaciones Musicales Comunitarias, los cuales son: Coro Infantil y Juvenil Renacimiento, Coro Infantil de Faro de Oriente, Coro de Niños Cantores del Valle de Chalco, Coro Comunitario Lomas de Paraíso, Coro Comunitario de Villa de la Concordia y Coro Grecas Tamaulipecas IRCA.

El propósito artístico de este coro de selección, cuyos integrantes se ganan un lugar mediante convocatoria anual abierta, es abordar el repertorio académico tradicional, así como obras de reciente creación y música folclórica de distintos países. 

Conciertos en Bellas Artes y Biblioteca de México

La Orquesta Sinfónica Infantil de México y el Coro Infantil de la República se presentaron el 8 de agosto en la Biblioteca de México y un día después en el Palacio de Bellas Artes.

Los conciertos de ambas agrupaciones, en donde participaron 110 instrumentistas y 102 cantantes, fueron apreciados por 6 mil 578 personas.

Con la dirección de Eduardo García Barrios, coordinador nacional del Sistema Nacional de Fomento Musical, en la Biblioteca de México, ambas agrupaciones ofrecieron un programa musical ecléctico de alto nivel de ejecución, donde se reveló el talento musical y vocal que florece a lo largo y ancho de México.

El recital del 8 de agosto, realizado en el recinto ubicado en Plaza de la Ciudadela, fue escuchado por mil 180 personas: de forma presencial por 550 niños, jóvenes y adultos; a través de una pantalla colocada afuera del Patio Central Octavio Paz por 350 visitantes, y vía streaming por 280 usuarios de internet.

En este concierto se presentaron obras de diferentes épocas, desde la música barroca de Giovanni Battista Pergolesi, temas clásicos del compositor ruso Nikolái Rimsky-Korsakov y el francés Georges Bizet, hasta música tradicional mexicana, que incluyó obras de Silvestre Revueltas, Manuel de Falla y el estreno mundial de cuatro canciones: Hanal Weech, El feo, Tirineni tsïtsï y Canción mixteca, con los arreglos musicales de Arturo Márquez.

Este primer concierto se realizó en el marco del 24 Campamento de Estudios y Conciertos de Verano de la Orquesta Sinfónica Infantil de México y el Coro Infantil de la República, iniciativa impulsada por el gobierno federal a través del Sistema Nacional de Fomento Musical y la Dirección General de Vinculación Cultural de la Secretaría de Cultura del Gobierno Federal, además de la participación de los institutos, secretarías y consejos estatales de Cultura de todo el país.

Sobre el campamento realizado del 2 al 7 de agosto en Amealco, Querétaro, Eduardo García Barrios expuso que fue una semana intensa, con entre ocho y 10 horas diarias de trabajo, donde además hubo un torneo de futbol, karaoke y concurso de danza.

El domingo 9 de agosto, el Palacio de Bellas Artes se llenó de juventud y pasión musical, ya que los 212 niños y jóvenes demostraron que la música es un medio de expresión, disciplina personal, enriquecimiento lúdico y en muchas ocasiones un contrapeso a factores sociales adversos como son la marginalidad.

Este concierto fue visto por 5 mil 398 personas: de forma presencial en la Sala Principal del recinto de mármol por mil 173 niños, jóvenes y adultos; por pantalla gigante colocada en el Corredor Ángela Peralta, por 620, y vía streaming por 3 mil 605 internautas.

La Orquesta Sinfónica Infantil de México, dirigida por Eduardo García Barrios, y el Coro Infantil de la República, al que dirigió Alejandro León, interpretaron piezas como La artesiana, de Bizet; la obertura La gran pascua rusa, de Rimsky-Korsakov; Stabat mater, de Pergolesi; la Suite No. 2, de Manuel de Falla, y Janitzio, de Silvestre Revueltas.

El público reunido en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes celebró la interpretación de Hanal weech, El feo, Tirineni tsïtsï y Canción mixteca, en memoria del compositor oaxaqueño Narciso Lico Carrillo (San Ildefonso Villa Alta, Oaxaca, 18 de marzo, 1956-Oaxaca, Oax., 5 de agosto, 2015).

La parte final del concierto fue con la obertura del musical de Broadway, West Side Story, así como una presentación musical que incluyó el baile de los 212 jóvenes músicos y cantantes al ritmo de mambo, en una alegre y colorida catarsis que incluyó el lanzamiento al aire de sus bufandas verdes, blancas y rojas.

Después de la última pieza de la noche, Alas (A Malala), de Arturo Márquez, mencionada por Eduardo García Barrios como el himno del Movimiento Nacional de Agrupaciones Musicales Comunitarias, una lluvia de aplausos resonó en la Sala Principal y el Corredor Ángela Peralta, donde miles de personas se congregaron a disfrutar de este esfuerzo que, a través de la pasión de los niños y jóvenes, enaltece la música y brinda una verdadera dimensión social a la cultura.

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