Para Carlos Rocha Gutiérrez los recuerdos siempre están condicionando nuestra manera de existir. Necesitamos del pasado para poder concebir nuestra historia, comprender y modificar el presente y, quizá, presagiar nuestro futuro.
Bajo esta premisa, el estudiante de Letras Hispánicas de la Universidad Autónoma de Aguascalientes desarrolla Huellas de la intemperie, una colección de 10 cuentos en los que elleitmotiv es el pasado.
“Son ficciones en donde los personajes viven una realidad controlada o condicionada por un pasado que está siempre presente como recuerdos o cosas que nunca pueden olvidar.
“Se trata de cuentos en donde ellos tienen que enfrentar ese pasado, ya sea que lo repudien, aprendan a vivir con él o busquen darle un uso práctico para seguir con su existencia”, destacó.
El joven de 21 años añadió que este proyecto se encuentra en etapa de desarrollo con beca del Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico (PECDA).
Detalló que cada cuento tendrá una extensión de entre tres y 15 páginas y que ya ha concluido dos: El deseo prójimo y Una vasija llena de música.
El deseo prójimo habla de la apropiación de un pasado ajeno. Es protagonizado por dos personajes que no aceptan lo que viven y para poder sobrevivir adoptan historias que no son suyas pero que sienten como propias.
“Trata -destaca Rocha- sobre dos amigos que estuvieron en un conservatorio de música y les gusta tocar jazz. Ambos eran integrantes de una agrupación y llega el momento en el que uno recibe una invitación para irse a trabajar al extranjero y se va. Mientras que el otro personaje no alcanza a lograr nada de lo que buscaba.
“Entonces hay una llamada en la que el personaje exitoso le dice al otro: por qué no nos vemos, voy a regresar después de tanto tiempo y me gustaría verte, el otro quiere tener algo que contarle y se inventa una historia basada en lo que vivió el otro amigo como si fuera suya”.
Mientras que Una vasija llena de música narra la historia de una hija que recuerda siempre a su madre que murió. Todas las evocaciones de la joven surgen a partir de ver sus cenizas que se quedaron en su casa y que todos los días está escuchando música francesa.
“Es un capítulo en el que todas las líneas empiezan con ‘había una vez…’ entonces utilizó esta manera de escribir para marcar ciertos tiempos cíclicos.
“En la historia todo es como un disco que se está repitiendo siempre a través de ciertas canciones que simulan este efecto”, pormenorizó el joven que se inició en la literatura por el trabajo del escritor Gabriel García Márquez.
Finalmente, Carlos Rocha detalló que se encuentra desarrollando otro cuento que narra la historia de un señor viejo que tiene que borrar los nombres de todos los amigos que conoció en su vida de su lista de contactos.
Para conocer más de Huellas de la intemperie y de su autor se puede visitar el perfil en Facebook Carlos Rocha Gutiérrez.
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