El hombre actual, frágil, sensible, soñador, que constantemente tropieza y cae en trampas que alguien depositó estratégicamente en el suelo, es retratado en una versión contemporánea de Hamlet, a cargo del italiano Andrea Baracco, obra que se presentó en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.
Esta producción del Teatro di Roma, Festival Romaeuropa y 369gradi es un viaje a través de ambientes fantasmagóricos, alucinantes y asombrosos que llevan al público a la cabeza y corazón del príncipe Hamlet.
Un Hamlet que no es un superhéroe romántico, sino un joven torpe, cómico, loco, extravagante, apasionado, arrogante, sanguinario, lleno de deseo, que quiere estudiar, “entregado a la tristeza”, que usa sus palabras “como dagas” e incluso especula con suicidarse.
Videos proyectados en (hasta diez) pantallas, arte sonoro, spoken word, performance, melodías de rock y electrónicas, juegos de luces y vestuario moderno, dan una nueva visión a esta tragedia, una de las más influyentes de la literatura universal.
Esta versión moderna es una metáfora sobre caer al vacío para morir y renovarse, para soltar aquello que produce sufrimiento, superar el dolor que produce el amor o sanar viejas heridas y descubrir -parafraseando a Hamlet- ¿quién eres o qué eres?
Este nuevo Hamlet se sitúa en una Dinamarca corrompida y narra los acontecimientos posteriores al asesinato del rey Hamlet a manos de su hermano Claudio y exhibe cómo el fantasma del rey pide a su hijo (príncipe Hamlet) que se vengue de su asesino.
En la puesta en escena se muestra como a un mes de la muerte de su padre, Gertrudis (madre de Hamlet) decide casarse con Claudio para convertirlo en rey y en padre del príncipe. Esto desencadena una serie de acciones trágicas que van desde asesinatos y viajes violentos hasta traiciones, rompimientos amorosos y duelos a muerte.
Con esta puesta en escena el público también descubrirá que director Andrea Baracco hizo una adaptación a la esencia de los otros personajes principales de la obra de William Shakespeare, quienes viven en un mundo con corrupción, donde se compra a la justicia “de la Tierra, pero no la de Dios”.
Descubrirán a un Claudio ambicioso y traicionero, pero sensible; a Gertrudis, una reina comprensiva, pero cruel y ajena a su realidad, y a Ofelia, una joven apasionada, tentada por el deseo e insegura que al no poder afrontar su realidad enloquece.
Hamlet tendrá su última función este sábado 6 de agosto a las 19:00 horas en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, ubicado en Avenida Juárez esquina Eje Central, Centro Histórico de la Ciudad de México. Costo $465, $410, $310, $225 y $100.
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