Musicalizan poemas de Octavio Paz, Efraín Huerta y José Revueltas a ritmo de rock, folk, funk, hard rock y electrónica



La poesía, el rock y diversos géneros musicales se unieron para ofrecer una tarde con los textos de Octavio Paz, Efraín Huerta y José Revueltas que forman parte del disco Poemas musicalizados, y que fueron interpretados por jóvenes de diversas agrupaciones en la Sala Murray Schafer de la Fonoteca Nacional.

El proyecto fue realizado por alumnos y egresados de la Escuela de Música del Rock a la Palabra de la Ciudad de México, en el marco de las celebraciones en 2014 por los centenarios de los natalicios de los poetas y el escritor referidos.

“Hoy recogemos el fruto de dos años de trabajar con las palabras de Efraín Huerta, Octavio Paz y José Revueltas, y seguimos celebrándolos. Hacerle la música a un poeta es una tarea difícil, es un camino cuesta arriba”, aseguró Guillermo Briseño, director de la Escuela de Música del Rock a la Palabra.

Consideró que si bien no es la primera vez que la música se acerca a la palabra, fueron los jóvenes quienes tomaron el riesgo y el desafío de musicalizar los poemas.

Siete agrupaciones interpretaron en vivo algunas de las piezas grabadas en el disco, donde nueve textos poéticos son musicalizados a ritmo de rock, folk, funk, hard rock y música electrónica.

En el evento estuvieron presentes Olivia y Julio, hija y nieto de José Revueltas, y Raquel y David, hijos de Efraín Huerta, quienes celebraron esta iniciativa y facilitaron el permiso de derechos de autor para el álbum.

El concierto inició con Absoluto amor, de Efraín Huerta, el cual con una propuesta de música electrónica fue ejecutada por La Perla; la obra de El Gran Cocodrilo también se hizo presente con El retorno y La rosa primitiva, a cargo de la banda Latidos de Huerta.

“Los poemas de El Gran Cocodrilo se quedaron en mi cabeza, en mis entrañas, en mi piel y quisimos hacerle este tributo (…) Este disco es un esfuerzo colectivo de esta gran hermandad que es la Escuela de Música del Rock a la Palabra”, dijo la vocalista María Veras.

El autor de El apando fue reconocido con la interpretación de Soy un sueño, por Myrna Armenta, coordinadora del proyecto, y el grupo La Conjura.

De Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura 1990, se escuchó Viento, de Ave Sol, Niña, con arreglos y musicalización de Ángel Rodríguez y Espiral con una propuesta de hard rock de Neftalí Leal.

Al término de la presentación también se declamaron poemas, como Discurso de un joven frente al cielo, Canto irrevocable, Declaración de amor y Lectura de John Cage.

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