Especialistas analizan los temas recurrentes en la obra de Rainer Werner Fassbinder, en la Cineteca Nacional




La agresión entre Emmi y Alí en Todos los demás se llaman Alí (1974), el amorío escandaloso de Effi Briest en su filme homónimo (1974) y el orgasmo libertario de Franz Biberkopf en Berlin Alexanderplatz (1980), son recurrencias en la obra de Rainer Werner Fassbinder, cuya carga sexual no se limita a referirse a la angustia carnal, sino que proyecta las preocupaciones sociales y políticas de la Alemania que vivió el reconocido cineasta.

“Cualquier relación erótica es una relación de poder, y en la política así lo es: una relación que cede y que el otro trata de ganar”, comentó Arturo Aguilar durante la última mesa redonda de la Retrospectiva Rainer Werner titulada Fassbinder: de la disidencia sexual a la disidencia política, que se llevó a cabo en la Sala 10, Luis Buñuel, y que giró en torno a la relación entre sexualidad y disidencia política presente en las películas del cineasta alemán.

“Estamos encadenados a una serie de repeticiones históricas, que es lo que una y otra vez el cine de Fassbinder nos regresa y reclama: ¡Ojo! esta historia ya la vimos suceder, sabemos cómo acaba y más vale que pongamos atención en que no se repita esa circunstancia”, aseguró el crítico de Rolling Stone México al apuntar cómo las ideas del cineasta anticiparon la revolución ideológica que culminó con la caída del Muro de Berlín.

Organizada por el Instituto Goethe, el Patronato de la Industria Alemana para la Cultura y la Cineteca Nacional como parte de las actividades del Año Dual México-Alemania 2016-1017, la sesión contó con la participación del crítico Arturo Aguilar, Alonso Díaz de la Vega, Héctor Orestes Aguilar y moderada por Carlos Bonfil, crítico de cine de La Jornada, quien calificó a Fassbinder como un cineasta “más vigente que nunca”.

Por su parte, Díaz de la Vega, pluma de El Universal y Butaca Ancha, identificó al punto de encuentro erótico del cine de Fassbinder —la cama—, como “un símbolo dual donde convergen la opresión y la libertad”, que más allá de crear controversia por su carga sexual es representativo de aspectos diversos de una misma sociedad en búsqueda de un bienestar universal.

“¿Dónde podrá encontrarse la libertad en el cine de Fassbinder? En el erotismo, pero no en la mera promiscuidad, más bien nos orienta al amor, aunque esté condenado a desvanecerse”, declaró. “A 34 años de la muerte de Fassbinder y en una realidad entregada al odio, es comprobable que su visión atañe al mundo entero y su supervivencia como artista rebelde es una necesidad democrática de la que no podemos prescindir”.

Mientras el ensayista Héctor Orestes analizó la relación entre Effi Briest, novela de 1896 escrita por Theodor Fontane, y la adaptación al cine que Fassbinder realizó en 1974 y que se proyectó al final de la conferencia. El ensayista comentó que esta cinta “es una obra que conserva mucha beligerancia; sigue siendo una lectura en la que las mujeres, sobre todo las mujeres jóvenes de nuestro cambio de siglo en el ámbito cultural alemán, se identifican”.

Asimismo, aplaudió la habilidad del director para hacer una interpretación muy personal de un clásico de la literatura, que no sólo conserva la disidencia socio-política de Fontane, sino que la transforma para adaptarse a la situación alemana de los setenta. “Si hay un icono de la contracultura en el cine alemán es él”, aseguró.

La Retrospectiva Rainer Werner Fassbinder continuará en la Cineteca Nacional hasta el domingo 4 de septiembre.

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