Falcotitlan : SUICIDIO

Hugo Falcón Páez



La vida es uno mismo y existe en todo.


“No dañarte, ni dañar”. La máxima que siempre he proclamado por encima de cualquier otra, enaltece el plano filosófico primario, el cual es vivir. Hoy se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, fecha en que se fomentan compromisos y medidas prácticas para detectar el riesgo y evitarlo. Debemos lograr mantener una calidad de vida, desde todos los sectores: GUBERNAMENTAL, EMPRESARIAL Y TERCER SECTOR. Los credos y dogmas no deben rivalizar y sí fraternizar, colaborar e integrar desarrollos estratégicos para cada persona. Niños, niñas, adolescentes y jóvenes de ambos sexos, el ariete. Hay que subrayar que ciertos patrones observados en la conducta suicida son depresión, bipolaridad y esquizofrenia, todo ellos considerados trastornos psiquiátricos. Otra característica del fenómeno de los suicidios es que se presentan mayores tasas de suicidio en hombres, en personas de bajos ingresos, en desempleados y en usuarios de alcohol y drogas.

El vocablo suicidio proviene de la composición en latín: sui (uno mismo) y caedere (matar), término acuñado en 1642 por el médico y filósofo Thomas Browne para distinguir entre el homicidio de uno mismo y el cometido hacia otra persona. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el suicidio es un acto deliberadamente iniciado y realizado por una persona en pleno conocimiento o expectativa de su desenlace fatal.

La OMS considera al acto suicida como un problema de salud pública que puede ser evitado, por lo que se han diseñado e impulsado estrategias para reducirlo. Preocupan las estadísticas, ya que en mayo de 2013, la sexagésima sexta Asamblea Mundial de la Salud, adoptó el primer Plan de Acción en Salud Mental de la OMS, en el cual se contempla la prevención del suicidio, pretendiendo reducir la tasa en los países miembros en un 10% para 2020.

El suicidio es un fenómeno global que sucede en todas las regiones del mundo y a lo largo del curso de vida; no obstante, entre los jóvenes de 15 a 29 años se trata de la segunda causa de muerte, con 8.5% del total de decesos en este grupo de edad y una tasa de 13.5 suicidios por cada 100 mil jóvenes. Un acto que perjudica a quienes rodearon al suicida, deliberadamente deja un colapso en cada miembro y desencadena aún más, sobre quien percibe y lo entiende.

En nuestra nación se registraron 6,337 suicidios, 98.1% de ellos (6,215) en 2014; estos últimos representan el 1% del total de muertes ocurridas y registradas en 2014, colocándose como la décimo quinta causa de muerte a nivel nacional, con una tasa de 5.2 decesos, lo que muestra un aumento respecto a la tasa de 2013, que fue de 4.9 muertes por cada 100 mil habitantes; entre el año 2000 y 2014, la tasa de suicidios aumentó de 3.5% a 5.2% por cada 100 mil habitantes. El suicidio en México es un fenómeno que presenta significativas diferencias por sexo, las cuales se han mantenido e incluso aumentado en el transcurso del tiempo; en 2014, la tasa de mortalidad masculina por esta causa fue de 8.5 y en mujeres de 2.0 por cada 100 mil, para ambos sexos, la tasa de 2014 resulta la tasa más alta de muertes por lesiones autoinflingidas desde el año 2000. Es preciso indicar que este acto no es cobarde ni heroico, es el protagónico del limbo. El resto son historias para decorar cualquier superficie.

ALGUNOS DATOS: Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

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