Nueve historiadores reelaboran las tesis sobre el desarrollo de México en el siglo XIX



La mirada autosuficiente que arranca con la modernidad, recrudeciéndose en el siglo XXI, dio a pensar primero con la nostalgia de que todo tiempo pasado fue mejor, para convertirse después en el triunfo del presente. Ambas aproximaciones sirvieron como lentes para pensar o analizar el fluir histórico concibiéndolo como terminado. Cada época tiene su relato fundado desde su horizonte, el reto se presenta cuando hay que revisar desde otro momento pero con nuevas herramientas.

A este reto responde el libro, Repensar el siglo XIX. Miradas historiográficas desde el siglo XX, coordinado por María Luna Argudín y María José Rhi Sausi, editado por el Fondo de Cultura Económica, la Universidad Autónoma Metropolitana y la Secretaría de Cultura.

Nueve ensayos que a partir de la revisión de las obras historiográficas más relevantes indagan y rompen esencialismos y lugares comunes a través de los cuales se ha fijado una comprensión histórica de nuestro país. Erika Pani, Pablo Mijangos y González, Daniela Marino, Israel Arroyo, Antonio Ibarra, Mario Contreras Valdés, Graciela Márquez, Óscar Sánchez Rangel, Diego Pulido Esteva y María Luna Argudín, son los historiadores que han confluido en el afán de volver a interrogar el pasado.

Son tres los ejes que han dominado la perspectiva histórica del siglo pasado, anota Carlos Illades en el prólogo, la Revolución Mexicana, desde la cual la historia ayudó a legitimar tanto una ideología como el nuevo grupo en el poder y creó la oposición a la dictadura porfiriana. La profesionalización de la historiografía (que en México ocurre en la década de 1940) y los paradigmas dominantes en el campo de las humanidades y de las ciencias sociales fueron los otros dos factores determinantes. La obra, México su evolución social (1900-1902) dirigida por Justo Sierra fue el primer recuento temático de la historia nacional hecha a la medida de la nueva ciencia social, consideró entonces que “los resultados, si bien provisionales, significaban un avance considerable para la comprensión del desenvolvimiento en el tiempo de la sociedad mexicana, aun cuando las razones íntimas y profundamente reales sean por escasez de datos y de estudios, más conjeturales que verdaderamente conocidas”.

Afirmó Daniel Cosío Villegas que la república liberal y el Porfiriato marcaron la entrada de México a la modernidad, pero esa mirada se ha transformado en el tiempo, de ahí, anotan las coordinadoras, que hayan reunido a un grupo heterogéneo de historiadores para evaluar esas ópticas que planteó el siglo XX sobre el siglo XIX.

¿Qué historiografía se desprende en torno a la construcción del Estado, su diseño institucional, las políticas públicas que desarrolló y las reacciones entusiastas o adversas de la población”. El objetivo de este volumen es también presentar las líneas continuas o las rupturas de éstas en la interpretación histórica a partir del Porfiriato y dar cuenta del desarrollo de la ciencia de la historia.

“Cosas del siglo pasado. Los historiadores del siglo XX y la Reforma” ensayo escrito por Erika Pani, revisa la perspectiva historiográfica positivista sobre este acontecimiento: la idea de ver este hecho histórico como una evolución hacia el progreso, hacia la civilización. “Reconstruir la forma en que historiadores de distintas tendencias historiográficas, liberales, católicos y marxistas, interpretaron los procesos que transformaron la legislación y la política del Estado mexicano”, es la finalidad de este estudio.

Porfirio Parra, Ricardo García Granados, sostuvieron en sus obras la convicción de que la Reforma había sido una revolución necesaria dentro de un sistema evolucionista. Para Parra, la Reforma no era un hecho, sino una serie de factores transformadores de la estructura social y el orden público, que puso en circulación la riqueza acumulada y terminó con los privilegios de dos clases, el clero y el Ejército, facilitando la creación de la burguesía.

Desde su punto de vista, Andrés Molina Enríquez, continúa Pani, la separación del Estado y la Iglesia no fue el supremo logro de la Reforma, sino las leyes de desamortización y nacionalización que convirtieron a los mestizos en clase propietaria.

Israel Arroyo, en su ensayo Miradas contemporáneas: el Congreso mexicano del siglo XIX, desmonta la perseverante idea de que en México ha prevalecido históricamente el presidencialismo. Sostiene que la omnipotencia del Poder Ejecutivo sobre los demás poderes públicos fue un constructo equívoco del siglo XX. Esta idea dominante no ha permitido estudiar los enfoques del Congreso mexicano. El historiador Ignacio Romerovargas, en su obra,Yturbide, la Cámara de Senadores de la República Mexicana, llegó a entender que en el siglo XIX fue constante la preponderancia del Poder Legislativo sobre el Poder Ejecutivo. Ahondando en cada etapa, Daniel Cosío Villegas arrojó nueva luz sobre el período de la República Restaurada. Pero sobre todo resalta que el Poder Legislativo tuvo gran legitimidad y funcionó con independencia del Poder Ejecutivo, es decir que existió en este periodo una verdadera división de poderes. No sería sino hasta el Constituyente de 1857, que se dotó a la Presidencia de la República de una legitimidad y poder político que no había tenido. Cómo se sostuvo Juárez con un Congreso debilitado, es una de las cuestiones en las que también indaga este trabajo de investigación.

¿La criminalidad en México, tendrá sus raíces en las condiciones climáticas y sociales? ¿Será una herencia del carácter sanguinario de los aztecas?, se pregunta Javier Guerrero, en su obra La génesis del crimen en México, la cual revisa, entre muchas otras, Diego Pulido Esteva en su ensayo ¿Pan o palo? Historias de desviación y control social. La República Restaurada y el Porfiriato fueron un periodo en el que de manera gradual finalizó la inestabilidad política. Se creó una legislación penal nueva y se crearon las policías lo cual contuvo, aunque no eliminó el bandidaje. Surgió entonces la criminología mexicana que incluyó conceptos europeos. Bandidaje y criminalidad urbana figuraron entre los temas de estudio del siglo XX sobre el pasado.

La creación de códigos, leyes, las penitenciarías, fueron pilar del Porfiriato, en el que se veía al incremento de la criminalidad como consecuencia de la modernidad, que la sociedad moderna creaba un “bárbaro interior”. ¿Cómo se conceptualizó y atacó la criminalidad en el México del siglo XIX? es la pregunta a la que responde este ensayo.

Repensar el siglo XIX. Miradas historiográficas desde el siglo XX. (coord.) María Luna Argudín y María José Rhi Sausi. Secretaría de Cultura/FCE/Universidad Autónoma Metropolitana. México, 2015. pp. 318.

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