Rafael Tovar y de Teresa
La publicación del Reglamento Interior de la Secretaría de Cultura en el Diario Oficial de la Federación el día de hoy, culmina un proceso determinante en su construcción. Con la creación de la Secretaría y la constitución de su Reglamento Interior, México continúa con el esfuerzo sostenido durante más de dos siglos por darse instituciones a la altura de su milenario legado cultural y de la riqueza y diversidad de su identidad.
Tenemos ya un Reglamento Interior que norma la estructura orgánica del sector. Este documento ha sido resultado de un cuidadoso trabajo de diagnóstico, diseño y planeación de la Secretaría de Cultura que ha involucrado el trabajo estrecho con las Secretarías de Hacienda y Crédito Público y de la Función Pública, con la Comisión Federal de la Mejora Regulatoria y con la Consejería Jurídica de la Presidencia de la República, a raíz de la iniciativa presentada por el presidente Enrique Peña Nieto, y aprobada por unanimidad por el H. Congreso de la Unión, con la destacada actuación de su Comisión de Cultura y Cinematografía.
Ha sido este un proceso resultado del esfuerzo de interpretación y comprensión del tiempo histórico, de las necesidades sociales y de los retos que plantean las transformaciones en el mundo contemporáneo. Que cumple con dos compromisos hechos ante el presidente Peña de no crear más burocracia y conforme se avance en los temas del Reglamento reorientar recursos para proyectos innovadores, evitando programas inerciales. Hay además el compromiso de no afectar los derechos de los trabajadores, por el contrario, es nuestro propósito respetarlos como parte integral de la permanencia y renovación de las instituciones culturales.
El Reglamento Interno publicado en el DOF determina la Estructura de la Secretaría; las Áreas responsables de ejercer las atribuciones que se le asignaron; los funcionarios que auxiliarán al Secretario y las facultades indelegables de éste así como las atribuciones de las unidades administrativas. La Secretaría de Cultura nace integrada por dos subsecretarías sustantivas: la Subsecretaría de Desarrollo Cultural y la Subsecretaría de Diversidad Cultural y Fomento a la Lectura.
Esta nueva estructuración conlleva diversos cambios importantes que se traducen en el fortalecimiento institucional del sector y son producto de un tiempo de cambios históricos, de transformaciones que parten de la honda conciencia de nuestra sociedad de que estamos ante una realidad distinta que exige renovación para inaugurar una nueva época. La creación de la Secretaría de Cultura responde a una demanda expresada en la vida cultural de México, y de su propia comunidad, del Poder Legislativo y otros actores, y cumple un anhelo de hace tiempo de diversos sectores de la sociedad, en un ejemplo de la voluntad de acuerdo y concertación con que nuestras instituciones y sociedad debaten y argumentan, atendiendo a las distintas voces y sus aportaciones.
Hoy es claro que México otorga a la cultura el espacio institucional que le corresponde, que reconoce su participación en la economía mexicana, en la generación de empleos y riqueza, de cohesión social e identidad. Con publicación del Reglamento Interior de la Secretaría de Cultura, hemos dado un paso histórico en el fortalecimiento del sector cultura y arte. Un paso de gran trascendencia para lograr que la cultura se eslabone realmente con las políticas integrales y transversales del Estado, interactuando con otras secretarías para fortalecer la articulación que requiere el país y, hacia el mundo, en un diálogo permanente con las secretarías o ministerios de cultura que conforman el panorama institucional del orbe.
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