El paso de las bestias y las aguas, un volumen crudo, realista, amargo: Alejandro Sandoval



Como una reflexión en torno a la muerte de los padres y la disgregación familiar que se genera a partir de esa pérdida, consideró el escritor Alejandro Sandoval Ávila su más reciente libro, El paso de las bestias y las aguas, coeditado por la Secretaría de Cultura y Ediciones sin Nombre, que fue presentado la tarde de este sábado 28 de enero.

El novelista, poeta, ensayista y cuentista detalló que la creación de este poemario fue como una liberación. “Entendí a los poetas que dicen que les dictan los versos. Entendí que a mí me estaban dictando no una fuerza espiritual, ni una vida alterna, sino el inconsciente, que fue una catarsis”.

Además, dijo, es la primera vez que le sale todo un libro “de un tirón”, pues lo escribió en tan sólo tres semanas “y fue muy curioso, porque yo estaba triste por la muerte de mis padres, estaba en mi estudio y de pronto me llegó la frase, el paso de las bestias y las aguas, no sé ni de dónde lo saqué, ni cómo llegó y empecé a escribir”.

Aunque se trata de un tema complicado, ya que por más que uno se prepare para la muerte de sus padres, es un golpe duro, el escritor consideró que este poemario puede ayudar al lector a aceptar la humanidad de los padres, que tienen virtudes y también defectos.

Y es que, apuntó, se trata de “evaluar a los padres y a los hermanos en su justa dimensión humana, en su justo tiempo humano, todos hacemos canalladas, tenemos virtudes, el problema es reconocerlo y asumirlo como parte de la condición humana”.

Por ello, el autor aseguró que El paso de las bestias y las aguas es un volumen crudo, realista, amargo; “un libro doloroso, doliente, dolido” que no busca sólo elogiar a los padres, sino abordar todo lo inesperado que viene con su muerte, todo lo oculto que sale a la luz, las virtudes y las canalladas que se destapan y el desconcierto que se genera.

Una de las partes más crudas de las cinco que integran este poemario, señaló el autor, es la referente a la figura de la madre, pues la suya fue “un sol eclipsado”, una mujer talentosa e inteligente, que prefirió dedicarse a ser esposa y madre, antes que una mujer exitosa.

Alejandro Sandoval también celebró que a poco menos de tres años de haber sido escrito,El paso de las bestias y las aguas haya sido publicado gracias a una coedición de la Secretaría de Cultura federal y Ediciones sin Nombre y es que, dijo, hay libros que ha tardado hasta 30 años en publicar.

Destacó la pertinencia de estos apoyos a las editoriales independientes que deben continuar, toda vez que la poesía es uno de los géneros literarios más desamparados.

“Conseguir una edición comercial de poesía es lo más difícil que hay, porque la poesía se vende muy poco, me parece que esto es una virtud notable de la Secretaría de Cultura, de la Dirección General de Publicaciones, apoyar este tipo de esfuerzos en géneros poco afortunados comercialmente”.

El paso de las bestias y las aguas, poemario con 101 páginas, ya se encuentra a la venta.

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