Hugo Falcón Páez
EL MUNDO NECESITA HUMANOS, URGENTEMENTE.
De todos los desaciertos, pifias y declaraciones demenciales del ahora presidente Donald Trump. Es que aseguró que el calentamiento de la Tierra, es un invento de los chinos, un cuento pues, para desacelerar la economía de sus Estados Unidos. También, la reactivación de la construcción del oleoducto Keystone XL, y uno más en la reserva de nativoamericanos en Dakota del Norte. El cual creará, según, casi 30 mil empleos. Se suma que signó la orden para retirarse del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, y de pilón, su Gobierno ha ordenado a la Agencia de Protección Ambiental, que elimine la página web sobre cambio climático. Es así que este desastroso periodo mundial, que aún inicia, desarticula ciertos instrumentos que fortalecían el movimiento de la sustentabilidad y cuatro plataformas sustanciales: económico, social, ambiental y cultural. Ya que monitoreaban, controlaban, disponían y solucionaban lo que habían acordado en la Agenda 2030, pero sobre todas las cosas, los Objetivos del Desarrollo Sustentable, emanados de la ONU.
Para entender a grandes rasgos, tenemos que concentrarnos en que todo está interconectado, de eso no cabe la menor duda. Nos remitimos a 1798, en donde el británico Thomas Malthus, economista y demógrafo, cimentó la Teoría Poblacional, basada en su “Ensayo sobre el Principio de la Población”. Indicaba ya en ese entonces, de un planeta superpoblado y de los recursos que se explotan aceleradamente, propiciando que el planeta no tenga tiempo de regenerarse. Es así que llegamos a 1969 cuando se acuña el término desarrollo sostenible o sustentable, donde treinta y tres países africanos signan un documento oficial, bajo los estatutos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Ese mismo año en América, da a luz la Agencia de Protección Ambiental, la cual ha dirigido en la teoría y práctica de las políticas ambientales en el mundo. Se constituyó la Ley Nacional sobre Política Ambiental en la cual define el desarrollo sustentable como un desarrollo económico que pueda llevar beneficios para las generaciones actuales y futuras, sin dañar a los recursos o los organismos biológicos en el orbe. En 1985, la Unión Europea introdujo en su legislación la Evaluación de Impacto Ambiental. Un procedimiento técnico-administrativo que se usa para identificar, prevenir e interpretar los impactos ambientales que producirá un proyecto en su entorno, en caso de ser ejecutado y con la finalidad de que se pueda aceptar, rechazar o modificar.
Ahora bien, en 1987 el significado de sostenibilidad o sustentabilidad se constituye por el Informe Brundtland, realizado por Gro Harlem Brundtland, ex primera ministra de Noruega. El cual confronta información hacia una postura de desarrollo económico junto con el de sostenibilidad ambiental. Se detalla el propósito de analizar, criticar y replantear las políticas de desarrollo económico globalizador. Reconociendo que el actual avance social, se lleva a un alto costo medioambiental. Varios países de la ONU, científicos, conocedores en la materia, activistas ecológicos y políticos han hablado sobre el cambio climático y la necesidad de hacer estrategias verdes para el bien de nuestra Tierra. Por ejemplo, José Sarukhán Kermez, biólogo investigador y ex rector de la UNAM, indica que “todos hablan a favor de la sustentabilidad, la palabra está muy prostituida” y que pocos entienden cabalmente que es un concepto con cuatro ejes. Los cuales son el social, económico, ambiental y cultural. Sarukhán dice que la sustentabilidad es la antítesis de que el crecimiento económico implica contaminar. Es decir, plantar un árbol, no tirar basura o cuidar el agua no es ser sustentable, sino que es la capacidad de diseñar una forma de vida en la sociedad, para no poder en riesgo las generaciones venideras. Otro docto en la materia es Adam Werbach. Un emprendedor ambiental, que desde temprana edad ha destacado en la sustentabilidad en los negocios. Este joven cofundador de Yerdle y reconocido por su discurso “¿El ambientalismo está muerto?” remarcó que “uno de los escenarios contra el cambio climático es que veremos grupos en las redes sociales que impulsarán una cultura sustentable siendo completamente independientes de las organizaciones ambientalistas tradicionales como Greenpeace o Sierra Club o incluso de las ideas de las Naciones Unidas. Serán simples grupos en Facebook pidiendo políticas sustentables”. Werbach ha impulsado como consultor a organizaciones empresariales, industrias y corporativos para reeducarlos en la parte ecológica, como Wal Mart, Procter & Gamble, entre otros.
La gobernanza sustentable, estudia todos los mecanismos, procesos y reglas a través de los cuales ejercen las autoridades del medio ambiente cultural, social, económico, político y administrativo de una organización; tanto empresarial como gubernamental, o del tercer sector. Busca comprender por qué y cómo queda determinada la conducta de dichas entidades, por todo el variado conjunto de factores y leyes que influyen sobre ella. A través de una visión, los emprendedores sociales crean fortificaciones, tales como un centro cultural sustentable, el cual es una idea generada con el ánimo de comprometerse para progresar en el ámbito de la sustentabilidad. Una acción creativa, porque la cultura es toda manifestación artística, y el artífice crea por naturaleza. Es el proyecto que nace para cumplir cabalmente como una sociedad que enfrenta y resuelve problemas de rezago social. Por ello, de manera sistemática se impulsa la creatividad, para que nuestra niñez aspire a ser un líder en nuestro país y fuera de él. Es una iniciativa que integra al gobierno, empresas, tercer sector, padres de familia, así como el balaustre de esta plataforma que son los niños y niñas. Se trabaja en un amplio espectro, pero se concentra en cinco ejes: arte, academia, ecología, medio ambiente y sustentabilidad. Por ello, urgen humanos para nuestro orbe.
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