Ayolante, opereta que a través del humor negro y la sátira se burla de las diferencias sociales y la clase política, ofrecerá 15 funciones en el Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (Cenart), con la particularidad de presentar un elenco completamente masculino.
La puesta creada hace 135 años por el binomio inglés Arthur Sullivan y William Schwenck Gilbert fue en su momento el primer montaje teatral que utilizó electricidad. Ahora se presenta por primera vez en idioma español con una adaptación y dirección de Álvaro Cerviño.
En conferencia de prensa el productor del musical, Oscar Mantilla, comentó que la producción, con la que el Cenart abre sus presentaciones escénicas del 2017, se planteó como un montaje envolvente, diferente, incluyente e íntimo.
La historia relata que el hada Ayolante es desterrada por enamorarse de un mortal, lo que está prohibido por las leyes del reino de las hadas, pero al ser el hada más hermosa es perdonada por su reina después de un exilio muy largo. Al regresar descubre que su hijo Juan Ramón, un humilde pintor, está enamorado de Filis, la becaria de un importante legislador.
Cuando Filis ve a Juan Ramón abrazar a una joven mujer (sin saber que es su madre) ella asume lo peor y comienza un enfrentamiento entre las hadas y los miembros del congreso.
“La obra hace sátira de muchos aspectos políticos, de las leyes y de la sociedad. La confrontación entre las hadas y el congreso, es en realidad una parodia de la relación entre la clase acaudalada e influyente y el mundo de la política”, explicó Mantilla.
Álvaro Cerviño describió al montaje como una parodia del mundo político y empresarial, cuyo trabajo de adaptación le llevó horas y horas de trabajo. “Tuve que leer muchos periódicos, consultar diccionarios, entender cómo hablan los políticos. Más que adaptar, tuve que entender y comprender bien de qué se trataba la obra para luego reescribir”.
Compartió que la razón por la que cree que Oscar Mantilla se fijó en su trabajo, fue por la afición que particularmente tiene por la cultura inglesa. Asimismo, describió a la puesta escénica como una producción arriesgada.
“La obra presenta dos horas de énfasis, de eso se trata la parodia y la ironía, de hacer más enfático el exceso de poder de la clase política, y el exceso del poder económico de la clase empresarial”, abundó Cerviño.
Para el actor Tomas Castellanos, montar Ayolante ha sido exhaustivo pero a su vez interesante y rico. “Esta historia tiene 135 años y parece que la escribieron ayer. Abordamos el tono de lo absurdo y a la gente le gusta mucho”, puntualizó.
El director general del Cenart, Ricardo Calderón, comentó que la obra presenta una traducción espectacular, métrica formidable, con dicción y humorismo que se mantiene con la exigencia de los compases.
“Definitivamente una obra musical tiene dos pies: el texto y la música. En la historia de la ópera hay duplas notables, pero una con una vigencia, vitalidad y única en la historia del arte lírico son Gilbert y Sullivan, que tuvieron una colaboración por largas décadas y propiciaron la creación de 14 títulos”, apuntó Calderón.
El funcionario dijo que Ayolante presenta una combinación de humor, absurdo, crítica social y ataques directos a la clase política. “La frescura y originalidad de la puesta de Álvaro Cerviño vuelve a la muy antigua usanza de los personajes femeninos que son interpretados por hombres, es una práctica que fue común en la época isabelina”, compartió.
En el musical Ayolante participan 26 actores y cantantes, entre contratenores, sopranistas, tenores, y barítonos. Ofrecerá temporada en el Teatro de las Artes del viernes 10 de febrero al domingo 12 de marzo. Horarios: viernes y sábados, 19:00 horas. Domingos, 18:00 horas. Localidades $200.
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