El periodismo tradicional es más necesario: Pablo Espinosa




Los textos periodísticos que componen el libro Sala de Redacción, explica su autor Pablo Espinosa, apuestan por la literatura, la reflexión, el análisis, pero sobre todo el disfrute, el goce y la documentación.

En la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, el periodista y editor de la sección de Cultura del periódico La Jornada presentó el volumen acompañado por la escritora Elena Poniatowska, Premio Miguel de Cervantes de Literatura en Lengua Castellana; el conductor, periodista y promotor cultural José Gordon; el director general de Comunicación Social de la Secretaría de Cultura, Miguel Ángel Pineda, y la coordinadora de la Colección Periodismo Cultural, Mireya Vega.

Pablo Espinosa comentó que Sala de Redacción es un libro de periodismo misceláneo al presentar reportajes, ensayos, crónicas, entrevistas y reseñas de discos publicados en La Jornaday en la Revista de la Universidad, pero enriquecidos por aquello “que se queda en el tintero”.

“El libro es una declaración de principios en favor del periodismo escrito, y en particular del periodismo tradicional, sobre todo en la gran revolución cultural que vivimos, donde los medios electrónicos, y en especial las llamadas redes sociales, plantean un reto formidable.

“Ni las salas de redacción ni los discos compactos con música grabada, ni los libros impresos desaparecen, se trata simplemente de una etapa de transición y frente a este cambio vertiginoso resulta más evidente que nunca que el periodismo tradicional es más necesario, porque ningún periodismo digital o cibernético puede prosperar sin las reglas de oro, los conceptos básicos y sobre todo la práctica, cultivo y desarrollo del lenguaje.

“La palabra, sustancia de la literatura periodística nunca perderá vigencia, así nos dirijamos hacia una sociedad ágrafa”, destacó Pablo Espinosa.

José Gordon indicó que con la publicación Pablo Espinosa se asoma encantado al mundo y que el volumen “realmente” es una ampliación enorme de registros del mundo.

“Un libro rico donde se habla por igual de los usos tecnológicos actuales en la escucha de la música, por críticos maravillosos como Pascal Quignard, por las óperas que se pueden escuchar por internet, se pasa por historias amorosas de seres vulnerables que están atentos al presente, por personajes que viven a corazón abierto.

“La gran alegría que nos trae este hermoso libro de Pablo Espinosa, que surge desde una sala de redacción, es ver un espacio en donde con las letras queremos horadar el cielo y asomarnos al misterio del arte y de la música”.

En su participación la periodista y escritora Elena Poniatowska dio lectura al prólogo que realizó para la publicación. “El lector que se adentre en la obra de Pablo Espinosa y se disponga a recibir su voz sonora amplificada en esta Sala de Redacción no será el mismo ni volverá a escuchar Las cuatro estaciones de Vivaldi con los mismos oídos.

“Le será fácil recordar que la música es un prodigio y que, como lo dijo Confucio, ‘la fuerza moral es la columna vertebral de la cultura humana y la música es la flor de la fuerza moral’”, expresó la escritora y periodista en el texto.

Pablo Espinosa compartió con los presentes parte del contenido de las 332 páginas que componen el volumen.

Dijo que Sala de Redacción incluye una de las pocas entrevistas que ha concedido el compositor estoniano Arvo Pärt, su encuentro con el periodista Ryszard Kapuściński, considerado el mejor reportero de la era contemporánea, así como un texto que aborda las entretelas y lo sucedido tras bambalinas en la entrega del Premio Nobel en Estocolmo, cuando le fue entregado a José Saramago en 1998.

Asimismo presenta, entre otros textos, un amplio reportaje sobre los violines Stradivarius, y blas crónicas de conciertos de James Brown, David Bowie, Roger Waters, Patti Smith, que persiguen reproducir la intensidad vivida.

Pablo Espinosa compartió con los presentes que cuando estaba en imprenta el libro sucedió un hecho que obligó a incluir, de último momento, un pie de página a uno de sus capítulos, pues se anunció en esos días que la Academia Sueca otorgaba el Premio Nobel de Literatura a Bob Dylan.

“Ese capítulo había sido escrito cuatro años antes y consiste en una argumentación del porqué se le debía otorgar el Premio Nobel de Literatura a Bob Dylan y entre las argumentaciones incluyó visos de ironía y me divertí mucho.

“Al darse a conocer la noticia la situación se tornó más divertida pues al autor y a la Revista de la Universidad se nos tachó de adivinos, profetas y pitonisos por anunciar una noticia hace cuatro años. Ese reportaje simplemente había cumplido la tarea periodística de recoger un clamor que era generalizado”, indicó.

Pablo Espinosa se definió como reportero. “Mi visión del mundo es la de un reportero, es el asombro, pero también la documentación, es un compromiso. Los reporteros escribimos en periódicos para el lector, es un acto solitario y extraordinariamente público porque sabemos habrá personas que van a leerlo y van a exigir que lo que escribamos tenga verdad”.

Al hacer uso de la palabra, Miguel Ángel Pineda recordó cuando conoció a Pablo Espinosa, hace 33 años en el Festival Internacional Cervantino, en 17 minutos Pablo Espinosa ya había acabado la crónica que iba a publicar al otro día en La Jornada sobre un grupo de acróbatas coreanos.

“Pablo Espinosa desde entonces me ha dado el gusto de compartir con él su trayectoria primero como reportero, después como editor, antes que nada, como un melómano irremediable.

“Este libro, Sala de Redacción, es un segundo libro que hace Pablo Espinosa con la colección de Periodismo Cultural, cuando hace más de un año empezamos a hablar de sus colaboraciones en la Revista de la Universidad, en diversos medios y la propia Jornada, le propuse hiciera un libro que fuera no sólo una antología de lo que fue escribiendo, sino que le diera un relanzamiento, unificara temas, acabara otros, y que al final fuera más allá de la mera antología”.

Miguel Ángel Pineda dijo que la Colección Periodismo Cultural tiene como idea que del periódico surja, se quede y permanezca lo mejor de los periodistas culturales en activo, reporteros básicamente, y entonces se fije una memoria y sea a su vez un testimonio documental que después sirva para investigadores.

Sala de Redacción es el título número 70 de la colección Periodismo Cultural de la Secretaría de Cultura y puede adquirirse en la Red Nacional de Librerías Educal.

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