RINDEN HOMENAJE A LA MEMORIA DE JORGE LEGORRETA EN EL #LFM2017




Dramaturgo, director de escena y crítico de teatro hispanomexicano, Enrique Olmos Ita presentó en la cuarta edición del Librofest Metropolitano 2017 su libro “Lamentaciones de Don Jeremías”, dedicado a quien fue mi suegro, un señor que murió hace poco, un viejo norteño de Reynosa, con el que pasó muchas tardes bebiendo en su cantina.

Olmos Ita, quien estudió en la Escuela Dinámica de Escritores y la licenciatura en Humanidades en la Universidad del Claustro de Sor Juana, en la Ciudad de México, es autor de la obra de teatro “Ménage á trois” y del poemario “Espantasuegros”; además, recibió la beca de la Fundación Antonio Gala en 2006 en Córdoba, España. 

Actualmente dirige la compañía de teatro binacional Neurodrama, que se encuentra situada en el norte de la Península Ibérica y en Pachuca, cuyo interés es propiciar divulgación e investigación científica desde las artes escénicas.

“Lamentaciones de Don Jeremías” fue presentado dentro del programa del estado invitado, Hidalgo, como un tributo a todas esas anécdotas, esas charlas sobre las cosas de ese lugar abominable: la frontera de Tamaulipas, que es la más dura y la de menor glamour literario, porque se ha escrito sobre Ciudad Juárez y Tijuana, pero la frontera de Tamaulipas ni siquiera ha dado folclor, es muy áspera es muy poco buchona, comparada a Sinaloa que ha generado su propia estética con el narco”, menciona el autor. 

“Entonces se me ocurrió escribir una obra de teatro y la escribí con una estructura lírica y luego la envié a un concurso y dos jurados me dijeron: Esta muy padre tu obra pero no es teatro, pensamos que es un poemario’. Y entonces la mandé a un concurso de poesía y ganó, entonces para mí no sé muy bien que es, para mí es un libro, no soy muy amigo de los géneros literarios, mis obras de teatro parecen novelas y ahora son poemarios”, dijo el dramaturgo y poeta. 

“Empecé a escribir mi libro con una anécdota de una maestra del Centro Cultural de Reynosa a quien le chocaron su camioneta unos narcos que estaban huyendo de los federales, va con los policías municipales y le comentan que no pueden hacer nada; entonces uno de ellos la reconoce, le dice que hay una posibilidad de que el problema se arregle. El policía le llama al capo del momento, al jefe de plaza, le explica lo sucedido con la profesora y por azares del destino el capo reconoce que ella le daba clases en la secundaria, ese mismo día la profesora recibe un sobre con efectivo para arreglar su camioneta y digo que es anécdota porque yo lo vi, a mí nadie me lo contó”, expresó Olmos Ita con cara de asombro. 

Acompañado de Martha Mega, poeta y dramaturga, dio una breve semblanza del poemario “Lamentaciones de Don Jeremías”. “Estos poemas parecerían un libreto, las escenas que narra el libro son sumamente cinematográficas, las descripciones que hacen es, como estar viendo una película, estas pequeñas historias colisionan en un mismo lugar, ciudades devastadas que están situadas cerca de la frontera, regadas de sangre. Ahí se lamenta Jeremías por la muerte de su hijo, que son todos los hijos muertos de Judea, de Reynosa o de San Pedro Sula. La pluma de Enrique y los ojos de su Dios protagonista recogen las historias de esta ciudad, como quien sale a recoger casquillos después de una balacera, son postales casi inocentes “casi” pero definitivamente y terriblemente cotidianas”, menciona con tristeza. 

“En este lugar que no es el infierno porque al menos ahí no hace falta pagar derecho de piso, las hormigas ni siquiera se atreven a asomarse fuera de la tierra. Hay un Dios porque habla, porque lo escuchamos hablar, porque lo leemos, este Dios cree que lo han dotado de omnipotencia pero no puedo o no quiere detener los dedos lascivos de la muerte; sin embargo, mientras ve los noticieros de máxima audiencia, es el estereotipo perfecto de la autoridad, el paradigma del alto cargo ejecutivo. 

"Es un Dios que nos habla en castellano castizo para que nos recordemos que Dios es patrimonio del más vetusto occidente, una especie de agente aduanal que nos dejó los puentes internacionales que nos llevarán si nos portamos bien, si agradecemos al imperio, si tenemos ingresos cuantificables comprobables, sin ningún primo de aspecto criminal, al paraíso. Ahí lejos del mapa de gotitas de sudor de los halcones y en medio de todo esto, a Don Jeremías llorando a su hijo todavía le gritan ¡No debiste hacerlos enojar porque ahora vienen con todo! Cada una de estas pequeñas historias resguardan las más terrible violencia”, termina la dramaturga Martha Mega. 

De igual manera Enrique Olmos Ita reconoció que el Librofest Metropolitano realiza grandes esfuerzos para acercar a los jóvenes a la lectura, además de dar una oportunidad para que la gente venga a las conferencias y presentaciones de libros.

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