Arranca el Foro: Patrimonio Cultural Inmaterial. Derechos Colectivos



A fin de construir un marco jurídico que proteja la propiedad ancestral de los pueblos originarios de México, el Senado de la República y la Secretaría de Cultura federal realizan el Foro: Patrimonio Cultural Inmaterial. Derechos Colectivos.

Al inaugurar este espacio de diálogo y debate, la senadora María del Rocío Pineda, presidenta de la Comisión de Rescate y Gestión de la Mexicanidad de la Cámara Alta, destacó que en nuestro país no existe ninguna ley que proteja el conocimiento ancestral, como es la música, la gastronomía, los diseños y la iconografía, que es el patrimonio inmaterial que heredamos y que tenemos que heredar a las futuras generaciones.

En este encuentro, que se lleva a cabo en la Antigua Sede del Senado, indicó que por ejemplo, empresas de ropa utilizan los diseños de las etnias y laboratorios extranjeros comercializan productos hechos a base de la herbolaria mexicana, sin ninguna retribución.

Por ello, dijo, la salvaguarda del patrimonio cultural inmaterial es un tema pendiente en la agenda nacional y urge un instrumento legal que proteja la riqueza y diversidad del mosaico cultural mexicano que incluye tradiciones orales, artes, rituales, festividades, saberes y artesanías, que nos caracterizan y nos posicionan a nivel internacional.

La senadora consideró que este foro es un punto de partida para la defensa de nuestro patrimonio, ya que gracias a la participación de especialistas, investigadores, académicos, portadores de cultura, instituciones y juristas, se podrá trazar la hoja de ruta para normar, en el ámbito legislativo, el ejercicio de los derechos culturales.

Por su parte, el director general de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas de la Secretaría de Cultura, Jacinto Chacha, indicó que el país necesita avanzar y contar con un marco jurídico que permita tener mejores condiciones de protección de nuestras culturas.

El presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas del Senado, Jorge Toledo, precisó que en las comunidades indígenas bulle la creatividad tanto artística como intelectual y que es necesario contar con leyes que salvaguarden la autoría, a través de marcas y patentes, de ese conocimiento y que cuiden lo nuestro.

Comentó que no se trata de que nadie use esa producción artística, sino que quienes la generan obtengan beneficios económicos, ya que las grandes empresas trasnacionales copian y utilizan el arte tradicional como modelo en sus diseños comerciales, como fue el caso de una diseñadora francesa que en 2015 plagió los bordados mixes de Oaxaca.

Esto, dijo, implica una competencia desigual, ya que la imitación afecta las ventas de los creadores originales, por lo que es urgente que el gobierno mexicano y los pueblos originarios puedan amparase en tribunales nacionales e internacionales para la defensa de este patrimonio cultural inmaterial.

El también senador Gerardo Sánchez, presidente de la Comisión de Cultura de la Cámara Alta, señaló que si bien ya existe la Ley General de Cultura, aún se requieren esfuerzos legislativos que garanticen los derechos colectivos de todas las expresiones de nuestro patrimonio cultural inmaterial, desde las semillas, hasta las tradiciones orales, las medicinas, los diseños y los juegos tradicionales.

El conocimiento ancestral, dijo, tiene hondas raíces y se necesita un marco normativo que de certeza a la propiedad intelectual de las obras tanto artísticas como artesanales, lo que constituye una demanda legítima de la población.

En la primera mesa del Foro: Patrimonio Cultural inmaterial. Derechos Colectivos, que estuvo a cargo de especialistas y académicos, Marta Turok del Centro de Estudios de Arte Popular Ruth D. Lechuga, denunció la apropiación indebida que han hecho empresas trasnacionales de los diseños étnicos.

Empresas como Marant, Intropia, Mango, Pineda Covalín y Pottery Barn copian la iconografía, sin ninguna retribución a sus creadores, bajo la excusa de que esos diseños son de dominio público y de que la ley no los obliga a hacer algún pago, a pesar de que los pueblos originarios se han manifestado de que sus creaciones no están en venta.

La investigadora de la Dirección de Estudios en Antropología Social del INAH, Marina Anguiano, también señaló que las empresas trasnacionales son las que más amenazan por el plagio y explotación de la simbología de los pueblos, de la cual se apropian con imitaciones que venden a precios exorbitantes.

Además de que desvirtúan esas creaciones ancestrales y las convierten en objetos con fines de lucro, generan estereotipos falsos, ajenos a toda ritualidad, por lo que urgen leyes que protejan a los verdaderos artistas y creadores.

El Foro: Patrimonio Cultural inmaterial. Derechos Colectivos, continuará a lo largo de este martes 14 de noviembre, con mesas donde participarán los portadores de cultura, las instituciones y los juristas, a fin de sentar las bases para una legislación que proteja y salvaguarde todas las expresiones del conocimiento ancestral.

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