Hugo Falcón Páez
Salud es fortaleza y dar vida a las generaciones venideras.
México sigue enfermo. En los aspectos más importantes, como lo son cuatro ejes: social, económico, cultural y ambiental. Sólo hay dosis muy ligeras y los programas o planes nacionales no dan para conciliar la gran afrenta, y lo más valioso que es el conocimiento o estrictamente la educación, está degradada. No hemos hecho que la resiliencia sólida a través de la Agenda 2030 y los Objetivos del Desarrollo Sostenible, con sus 17 Alianzas y 169 metas sea una oportunidad moral, civil y ética, en los 170 países y territorios. El tiempo va cerrando, y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, por medio de las iniciativas y proyectos locales, no impactan y en el peor de los casos, las omiten. Cierran la puerta a los agentes de cambio, emprendedores sociales, así como a los activos jóvenes y adultos que proponen y realizan una idea benevolente e higiénica para el bien común, para el planeta y tengan un impacto generacional. ¿Qué sucede? Pasa que no dan paso ni cabida a los valores, a los aficionados, a quienes innovamos y efectuamos una megatendencia en base a lo que emana desde la Asamblea de las Naciones Unidas. Si las autoridades de los tres niveles y diversos rubros dieran la oportunidad a los conocedores y a quienes verdaderamente llevan un propósito, un calendario, una industria menor. Que deben amarse para pasar la mano a otros, pero sobre todo amar el mundo, a sus hijos, nietos o bisnietos. Sólo así abría un cambio pragmático. Simple.
Hoy se celebra el Día Mundial de la Salud, y la Organización Mundial de la Salud, solicita a los líderes mundiales a que se comprometan a las medidas concretas, para promover la salud de todas las personas y determinar la cobertura sanitaria universal. Nuestra nación se encuentra desperdigada en condiciones insalubres en lo psíquico. Basta con eso para entender el conflicto que se reconoce y es causada por quienes infectan nuestro entorno. ¿Cómo podemos estar salubres, mantener la cordura, la paciencia, la voluntad, la fe? Ya que la cultura sustentable ha surgido como una acción creativa. En lo ambiental tenemos que se componen elementos físicos, químicos y biológicos, capaces de ocasionar efectos directos e indirectos, en un plazo corto o largo sobre los seres vivos. En la parte económica y social, los expertos han dicho tajantemente que el orbe tiene un complejo sistema capitalista y consumista, quizá. Un pensamiento en el ramo de la sustentabilidad, se erige para regenerar una población. Hago un llamado al gobierno, empresas, y tercer sector para originar sinergias y una inmejorable calidad de vida.
Alunas cifras y hechos de la cobertura sanitaria universal, casi 100 millones de personas están sumidas en la pobreza extrema y obligadas, a sobrevivir con tan sólo 1 pesos con noventa centavos al día, y pagan de su bolsillo los servicios de salud; más de 800 millones de personas, 12 por ciento de la población mundial, se gastan como mínimo el diez por ciento del presupuesto familiar en gastos de salud para sí mismos, un hijo u otros familiares enfermos, denominado “gastos catastróficos”. Somos voces y heraldos, somos pioneros, estamos viviendo para sobrevivir, sí. Hagamos lo propio desde el espíritu, de manera holística y transversal, ayudemos y proveamos. Seamos más que humildes, que magnánimos, que el mismo tiempo y espacio.
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