MIGRACIÓN INFANTIL




Por Paula Jimena Soto Cruz
Estudiante de la UVM Campus Querétaro

En marzo las autoridades estadounidenses registraron la cifra más alta de migrantes menores no acompañados en la frontera con México, de 19,049 menores detenidos, 18, 890 viajaban solos y quedaron bajo custodia de las autoridades estadounidenses; la mayoría de ellos son provenientes de Guatemala, Honduras, México y El Salvador. En un mes el número de niñas, niños y adolescentes migrantes se duplicó al pasar de 9,576 en febrero a 19,049 reportados en marzo (casi se triplicó si contamos desde enero con 5,957 reportados), incluidos adolescentes y niños varados en instalaciones de la Patrulla Fronteriza, que no están diseñadas para la custodia a largo plazo.

Estos niños y niñas que transitan solos por México hacia la frontera con Estados Unidos se vieron en la necesidad de tomar la decisión de dejar sus países ya sea por violencia, pobreza o por el acceso extremadamente limitado a servicios sociales, para lograr mejorar su calidad de vida. Durante este largo camino están constantemente en riesgo de pasar hambre, frío, de sufrir enfermedades y no solo eso, están expuestos al crimen organizado, al tráfico de personas, muchas veces sufren de violencia, discriminación, explotación y probablemente durante el camino serán detenidos y repatriados.

Tras la derrota de Trump, el gobierno de Biden generó la esperanza de mejorar las condiciones para quienes buscan llegar a la frontera norte, sin embargo, el incremento del tránsito provocó presiones del gobierno norteamericano y endureció las medidas migratorias. Sabiendo que Estados Unidos está decidido a no abrir sus fronteras, las madres y padres migrantes se ven obligadas a considerar enviar solos a sus hijos menores para que al menos tengan la opción del asilo, ya que el mandatario implementó una regla general que permite a todos los menores no acompañados permanecer en Estados Unidos.

Biden dejó claro que no se arrepiente de obligar que los inmigrantes se queden esperando en México en malas condiciones, pero al menos, en la rueda de prensa del 25 de marzo menciona que a los únicos que no dejará sin ayuda son los niños; la vicepresidenta de Estados Unidos Kamala Harris, este miércoles 7 de abril acordó acciones conjuntas con el presidente de México López Obrador, para proteger y garantizar los derechos humanos de los niños y niñas migrantes. Se coordinarán los esfuerzos diplomáticos de Estados Unidos con México y el Triángulo del Norte de Centroamérica para que estas naciones acepten la repatriación de los migrantes deportados. Esta misma semana el Departamento de Defensa recibió una solicitud interna del Gobierno para albergar niños migrantes no acompañados en dos instalaciones militares, ubicadas en el estado de Texas.

Recientemente otro tema que mantiene alerta a la Patrulla Fronteriza es que algunos adultos están asociandose con menores para fingir que son familia y así recibir un trato ventajoso al presentarse ante el juez migratorio en la compañía de un menor de edad. El número de migrantes infantes en custodia de autoridades norteamericanas es superior al de menores en la frontera y las cifras difícilmente son exactas ya que hay un gran número que se encuentra en las calles o mezclados en grupos de adultos que viven en casas de rentapara evitar ser identificados como menores no acompañados antes de intentar cruzar a los Estados Unidos al menos una vez.

Hay iniciativas que implican un despliegue policial justificado para proteger a los niños y niñas migrantes, escapar de tu país en busca de una mejor vida es un escenario que no debería ser presenciado por ningún niño y la pandemia ha complicado aún más esta situación, quizás no sea una amenaza grave para su salud, pero el miedo al virus agrava la discriminación y violencia que viven los niños migrantes; el cierre las fronteras en el sur es algo que México se había resistido a hacer pero la decisión ya está tomada, medida que en Estados Unidos se tomó desde el incio de la pandemia. Depende de los gobiernos de estos países controlar el flujo migratorio y asegurar el bienestar de su población para hacer esto posible, se necesitan políticas acertadas y acciones urgentes para defender los derechos de los niños en situación de movilidad, quienes se encuentran en mayor riesgo de ser violentados, precisamente por su edad y evitar deportarlos a entornos donde su vida corre peligro.

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