Alfredo
Sarabia Radilla
Reglas
no escritas en el sistema político mexicano, son entre otras, “protegerse las
espaldas entre los que detentan el poder, y los que lo han tenido en sus
manos”, o sea, el que entra de funcionario manda más en la cúspide del poder,
sea cualquiera de los tres niveles de gobierno, se siente obligado a encubrir
de sus fregaderas, al funcionario que deja “la estafeta”, sean del color
partidista que sean. No hay Justicia “a posteriori”, pues se cubren las
espaldas entre sí.
Así
suele pasar comúnmente, sean funcionarios o ex funcionarios del partido
político que sean, se cubren, aunque el nuevo funcionario, sea del nivel que
sea, haya encontrado un verdadero y gran desastre económico en el cargo
administrativo a dirigir, que lo imposibilita para efectuar y cumplir las
promesas esparcidas en el trayecto de la pre y electoralmente.
Debes
saber, que es en los municipios donde se da esto con mayor frecuencia, será por
que aquí hay más contacto con la Ciudadanía, cosa muy probable, pero lo cierto, es que el flamante alcalde, se la lleva siempre,
justificando las carencias administrativas del Municipio, y echándole la culpa
de la falta de recursos económicos, al ex alcalde que le antecedió, pero
hasta allí.
En
este escenario, no hay denuncia legal ni
nada que se le parezca, no van estos nuevos alcaldes municipales, a querellarse
ante las instancias legales permitidas por la Ley, como lo es el Ministerio
Público del Fuero Común, y prefieren
lamentarse cotidiana y fácilmente de las paupérrimas condiciones
administrativas y financieras observadas, y repito, sin acudir adonde
legalmente se tiene que ir.
Ejemplos
los hay, y muchos, quizá para donde voltee
la mirada, ubicará a municipios que actualmente han vivido y siguen
sintiendo este mal, aquí expuesto.
En
este ánimo, el municipio de Acapulco, es el más brillante ejemplo de lo que se
explica en este espacio. No está por demás decir, que el actual alcalde
municipal. Luis Walton Aburto, pertenece al partido Movimiento Ciudadano, y
sustituyó a uno del PRI, Manuel Añorve Baños. El primero encontró un gran
faltante en las finanzas del Ayuntamiento, que hasta lloriqueos amargos desató
esta situación, pero de allí no pasó.
No
obstante y a pesar que el ex alcalde Añorve Baños fue defenestrado a diestra
y siniestra por sus presuntas tranzas y desviaciones del presupuesto del municipio
en mención, lo que más se logró, es que
a este espécimen señalado de haber “desviado gran cantidad de dinero público”,
lo mande su partido el PRI, a la cámara de diputados a nivel federal, como
diputado plurinominal.
No
obstante, esta cínica y desvergonzada acción, se vio coronada aún, con el
nombramiento del chaparrito de marras, como vice coordinador de los diputados
federales de su partido político, dándole más fuerza a la impunidad que nos
agobia fieramente. El colmo de los colmos, sería que este espécimen señalado,
fuera el próximo gobernador del estado, como lo han determinado abiertamente
sus decisiones en los últimos meses.
En
este ambiente, existen muchos más
ayuntamientos municipales, donde los actuales alcaldes municipales, “destaparon
muchas cloacas, dejadas por sus ex – homólogos, pero, a más de un año de que
estos tomaron la “estafeta”, nada ha pasado, conforme a la acción de la
Justicia, por el contrario, los ex - alcaldes sucios, andan muy campantes y
hasta se pavonean cual si fueran unos
pavorreales, sabedores de como “masca la iguana” en el “trajín” gubernamental
mexicano.
HASTA PRONTO.
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