Con la reciente puesta en marcha de la plataforma en línea Filminlatino el pasado mes de julio, comenzó una nueva forma de difundir la creación cinematográfica mexicana; se trata del primer esfuerzo sistematizado para difundir de forma digital el trabajo de los cineastas mexicanos.
En alianza con el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), la empresa española Filmin ofrece un servicio en el que se pueden ver más de 600 películas, es un recorrido por diversos títulos importantes para la historia del cine mexicano, esto con el objetivo de divulgar el arte cinematográfico nacional.
En este mismo sentido y en un esfuerzo similar por revisar las producciones de una década compleja, los noventa; Humo en los ojos libro de Raquel Peguero, ofrece una metódica recopilación periodística que devela la pasión con la que trabajaron los principales cineastas mexicanos que nacieron o se fortalecieron durante estos años difíciles para la industria. El libro contiene entrevistas realizadas por la periodista y publicadas entre los años 1990 y 2000 en los periódicos La Jornada y El Día.
Filminlatino se halla estructurado en las categorías: “Mujeres de cine”, “Periodismo”, “Grandes clásicos”, “Óperas Primas”, “La Pinal en el cine”, “Documentales”, “Colecciones”, “México conquista al mundo” y “Vanguardia”. El sitio otorga al público distintas propuestas para acercarse a conocer las producciones nacionales.
De esta forma también se da la oportunidad para que el público tenga acceso a producciones que no han tenido tantas facilidades para ser exhibidas en las pantallas; algunas de estas películas reflejan la crisis de una industria que comenzó a tener problemas en la década de los noventa.
El libro Humo en los ojos es un esfuerzo por descubrir, en voz de los directores, la esencia del nuevo cine mexicano, los problemas de una industria marcada por el contexto socio político que la terminó por definir, y los éxitos y fracasos de los diversos proyectos fílmicos. Estructurado en tres capítulos, la obra de Raquel Peguero agrupa en distintos escenarios a “Los ópera prima”, “Los que se quedaron” y “Los que se revelaron y los que se fueron”.
Robert Ascher, encargado del acervo fílmico del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) habló sobre el contexto social que marcó al llamado “nuevo cine mexicano”. “Hay muchos factores, está la crisis en general en el país, el Tratado de Libre Comercio, todo este tipo de cosas hacen que entre el cine gringo y que se apodere del mercado”.
El valor artístico de las producciones nacionales de esta década radica en el ímpetu de sus creadores, Robert Ascher consideró: “en los noventas hubo varios cineastas que están tratando de defenderse, se hacen películas que logran despertar a la audiencia.” Además agrega que “la década de los noventa son las patadas de ahogado del cine mexicano; estaba tratando de levantarse de entre las cenizas, si no fuera por esa lucha que empezó en los noventa ahorita no se estarían dando cosas importantes”.
La primera parte de Humo en tus ojos la constituye el registro de los cineastas que vieron nacer su primera película en los años noventa, la mayoría de estos directores develaron en su momento su sed por cambiar la industria, mover al público, o como bien lo diría Marcel Sisniega (Libre de culpas, 1997), crear películas “que crecen en nosotros horas o días después de verlas”.
A la par de “Los ópera prima” coexistió un grupo experimentado de realizadores que ya sabía bastante del oficio. El capítulo “Los que se quedaron” agrupa a los directores que tenían ya un camino recorrido dentro de la industria. Arturo Ripstein (El castillo de la pureza, 1972, Profundo carmesí, 1996); Jorge Fons (El callejón de los milagros, 1995); Carlos Carrera (La mujer de Benjamín, 1992, Un embrujo, 1999); Jaime Humberto Hermosillo (De noche vienes Esmeralda, 1997); Busi Cortés (Serpientes y Escaleras, 1992), etc. Aquí las obras citadas no sólo son reflexiones sobre al acontecer social, también tratan de fraguar un estilo propio forjado a través de muchos esfuerzos durante las décadas de los setenta y ochenta.
En aquella época, los problemas en la industria no sólo se centraban en la falta de apoyo y financiamiento, la crítica del público e incluso la censura terminaba afectando procesos creativos, Felipe Cazals afirmaba que a veces “hacer una película es un verdadero suicidio”.
Tal vez uno de los casos más conocidos es el de La ley de Herodes (1999) de Luis Estrada, donde la censura aparece para marcar la carrera cinematográfica del director. Al respecto Raquel Peguero, escribe:
“Este realizador que a los 10 años decidió dedicarse al cine, considera que ‘siempre ha sido tiempo para hablar sobre los problemas del país pero, en México, durante años se le dio la vuelta a muchos temas; primero, porque existía una censura y, luego porque muchos autores padecían una bestial autocensura. El terror que eso generaba le imprimía una mayor dimensión, que hizo que pocas veces en nuestro país se hablara del poder presidencial con nombre y apellidos.’”
La perspectiva que otorga Humo en los ojos, además de ofrecer al lector la posibilidad de conocer de cerca los pasos dados por los cineastas, abre una reflexión sobre los avances de la industria en más de 20 años y a la vez que poco se ha hecho para mejorarla, una paradoja que muy a pesar de todo sigue coartando el quehacer cinematográfico, o como lo dice José Felipe Coria, ex director del CUEC, en el prólogo del libro: “dificultades que, por lo que se ve, distan mucho de desaparecer del horizonte, lo que hace al libro de Raquel Peguero aún más valioso e intenso”.
Raquel Peguero, periodista por la UNAM, ha trabajado en la fuente cultural en distintos medios como Radio UNAM, El Día, La Jornada o El Universal.
De otro lado, la Cineteca Nacional, como principal complejo cinematográfico, se ha encargado de la difusión y exhibición de la producción nacional en distintas formas. Actualmente en la recientemente inaugurada muestra Cineteca Nacional, 40 años de historia / 1974-2015 el cine mexicano tiene un papel fundamental: “En la exposición hay mucha presencia de los cineastas mexicanos. Del cine de los noventa para acá, muchas películas han sido estrenadas en las cineteca y han tenido realmente sus mejores resultados de público sobre todo en los últimos tiempos”, comentó Nelson Carro, director de Difusión y de Programación de la Cineteca Nacional entrevistado en el marco de la inauguración de la exposición.
“La Cineteca tiene regularmente ciclos de cine mexicano donde se revisan las obras de los cineastas que consideramos importantes. Se realiza un ciclo de charlas en el que recientemente programaron la proyección de películas de Juan Antonio de la Riva y de Jaime Humberto Hermosillo y próximamente estará Arturo Ripstein”, informó Nelson Carro.
De igual forma, como incubadora de cineastas, el CCC a través del área de Acervos, biblioteca, videoteca y tránsito, en un esfuerzo por preservar la creación fílmica, ofrece actualmente el servicio de consulta interna al público en general. Títulos como De noche vienes Esmeralda (1997), Fibra óptica (1998), En el aire (1995), Elisa antes del fin del mundo (1997),Cilantro y perejil (1995), Un hilito de sangre (1995), Por si no te vuelvo a ver (1997), además de las descritas por Raquel Peguero en su libro Humo en los ojos, componen un acervo de más de 5 mil 600 películas de producción nacional e internacional disponibles en la sede ubicada en Calzada de Tlalpan 1670, colonia Country Club, Ciudad de México, D.F.
Filminlatino, se une al esfuerzo por preservar el trabajo cinematográfico de distintos directores mexicanos. En la plataforma se puede disfrutar de manera gratuita de cintas como Un dulce olor a muerte (1999), Cabeza de Vaca (1990), Profundo Carmesí (1996), entre otros clásicos de directores como Arturo Ripstein, Juan Antonio de la Riva, Felipe Cazals o Jaime Humberto Hermosillo. Dicho catálogo es patrocinado por el Imcine y actualmente cuenta con más de 600 títulos disponibles. (https://www.filminlatino.mx/gratismx).
El libro Humo en los ojos es un esfuerzo por descubrir, en voz de los directores, la esencia del nuevo cine mexicano, los problemas de una industria marcada por el contexto socio político que la terminó por definir, y los éxitos y fracasos de los diversos proyectos fílmicos.
Fotografías de Francisco Segura / Conaculta.
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