En la Cineteca Nacional analizan la identidad fronteriza a través del western



“No es lo mismo ver a John Wayne cruzar la frontera a caballo desde una sala de cine en Hollywood Boulevard, cuando se pertenece a la clase media estadounidense, que verla como campesino mexicano en Ciudad Juárez esperando el momento de pasar el Río Bravo para conseguir un trabajo como migrante indocumentado y sin derechos constitucionales”, así lo aseguró Isis Saavedra Luna durante su ponencia Antilectura de la frontera norte a través del western clásico de Hollywood, que se realizó este 29 de septiembre en la Sala 4, Arcady Boytler.

Organizada por el Centro de Documentación de la Cineteca Nacional, la conferencia de la maestra en Historia por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) giró sobre cómo la realidad, la identidad y "la propia historia" de los pueblos fronterizos estadounidenses y mexicanos modifican la apreciación y el sentido que le dan a las películas de vaqueros.

El estudio de Saavedra Luna parte del concepto de antilectura. “El western posee una serie de convenciones; sin embargo, el tiempo, el espacio y todo lo que ahí sucede a nivel histórico, social, político y cultural, actúa como filtro. Dicha antilectura pretende cuestionar el trasfondo de dichas convenciones, esclarecerlas y comprenderlas desde este lado de la frontera”, comentó.

Objeto de su antilectura, la identidad de los pueblos divididos por el Río Bravo se ve profundamente afectada por las imágenes que proporciona el western. “En ese terreno tan movedizo, los defectos se extrapolan o se inventan, se hacen generalizaciones con fines hegemónicos y entonces se construyen tipos falsos que pasan a ser estereotipos”.

Los estereotipos raciales del mexicano como villano, miserable o alcohólico, se adoptaron por ambas sociedades. De igual manera, el héroe de piel blanca, abnegado salvador de los desprotegidos del lejano Oeste se configuró en el vaquero “bueno” de las películas de la era clásica del western y permea en el inconsciente colectivo de la frontera.

La egresada de la UAM Xochimilco citó las posturas de diferentes teóricos, como André Bazin, quien consideraba que la mitología del género se centraba en el derecho y en la moral. “En cambio, para David Brian el western representó la ética del trabajo y de lo permitido, mientras que Peter Homans vio en él la legitimación de la violencia y del contexto del control puritano de las emociones”, aseguró.

La charla se ejemplificó con la proyección de dos películas. La primera, Asalto y robo de un tren (The great train robbery, Edwin S. Porter, 1903), es considerada como el primer western de la historia del cine. La segunda, El retorno del forajido (The ride back, Allen H. Miner, 1957), intentó ser una película “con pretensiones psicológicas”, según la ponente.

Las Charlas de cine del Centro de Documentación continuarán el martes 6 de octubre con la conferencia de Valentina Velázquez Zvierkova: La canonización de Libertad Lamarque: La maternidad lacrimógena en el cine nacional, donde se proyectará la película Soledad (Miguel Zacarías, 1947).

Publicar un comentario

0 Comentarios