Tercera Vía : El Ocaso de un gobierno

Ernesto Rivera Rodríguez

Cuatro años, ocho meses después, de la toma de protesta como gobernador del Estado, Ángel Eladio Aguirre Rivero, política, ética y moralmente se encuentra no alejado, continúa desde donde se encuentre morando, pretendiendo mover los hilos de la política en Guerrero, el estado que tuvo que abandonar por su coparticipación silenciosa y omisa, en el oprobioso caso de los 43 estudiantes desaparecidos de la Normal Rural de Ayotzinapa.

“Cuando el destino nos alcance” dejo de ser para los guerrerenses, no sólo el nombre de una película futurista, de una sociedad mundial en colapso total, en lo que se pudiera expresar, como el holocausto del final de una época entre muchas otras, ya pasadas y las que quedan por venir, pero ese destino alcanzó al exgobernador de Guerrero en la plenitud de su gobierno, el cual ya tenía perdido, hundido en sus propias miserias humanas, a las cuales privilegio, al quemar como un actual “Nerón”, que desde la “omisión” permitió a sus más allegados debarrancarse dentro de sus propias obsesiones de poder, y patologías de anidar desde fuero, el colapso final de su propia destrucción, como la advirtió en sus pesadillas el propio Macbeth, al ver en realidad los “arboles moverse”.

Aguirre Rivero, deja una gran enseñanza de lo que hace el poder a un hombre que definitivamente no está en pleno uso de sus facultades mentales, como una vez más lo demostró al afirmar recientemente a medios nacionales de comunicación su interés de regresar a la política y al ser aplaudido por el propio gobernador interino Rogelio Ortega Martínez, otro al cual no le faltó tiempo para ejercer el poder como gobernador, sino que en este lapso demostró su verdadero rostro, rostro que tenía oculto dentro de una imagen doctoral y académica, y que enseño como un sureño “Mister Hyde” su verdadero rostro, lleno de obsesiones, caracterizado en la multiplicidad de rostros que enseño a lo largo y ancho del estado, su plasticidad de convertir el escenario político en que se movía en el teatro de sus “liricas pasiones”.

Entre esta dupla política a lo largo de su des-administración, fueron capaces de mover las más abyectas pasiones de la política, el primero al no saber usar las enseñanzas de sus mentores políticos como lo fueron Don Alejandro Cervantes Delgado y José Francisco Ruiz Massieu, los dos ya desaparecidos, y en el segundo, no poder aplicar igualmente las enseñanzas de un universitario de la talla del Doctor Rosalio Wences Reza, sin duda su maestro en él arte del alejandrino y mucho menos llevarlo a la práctica.

Mucho han dejado a deber los dos políticos y ex gobernadores, (al doctor le faltan diez días para ser ex), al pueblo y al estado de Guerrero, de ahí que el juicio popular será poco benéfico para ellos, y para la clase política que desde su sombra se aprovecharon para llevar agua a su molino, ellos también serán sometidos al juicio del Fuenteovejuna guerrerense. 

gernestorivera@gmail.com

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