ALFONSO REYES: EMBAJADOR DE LA PALABRA Y EL DIÁLOGO CULTURAL


 

A cien años de su llegada a París como embajador, la voz diplomática y literaria de Alfonso Reyes crea puentes entre Francia y México. Su palabra resonó en la Capilla Alfonsina con la entrega de una correspondencia inédita que revela nuevas aristas de su legado intelectual.

En el marco del Festival Alfonsino, que se celebra en Monterrey, Nuevo León, para conmemorar la vida y obra del autor, y como parte del encuentro “De Capilla a Capilla” –una colaboración entre la Capilla Alfonsina de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y la Capilla Alfonsina de la Ciudad de México, perteneciente al Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), órgano de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México–, la Embajada de Francia en México entregó una versión facsimilar de la correspondencia oficial de Alfonso Reyes durante su gestión diplomática.

A la ceremonia, en la que la figura de Reyes recobró actualidad como puente entre pensamiento, política y arte, tuvo lugar la tarde del jueves 5 de junio de 2025, en la Capilla Alfonsina de la Ciudad de México, con la participación de autoridades culturales y diplomáticas, a la cual acudieron diversas generaciones lectoras.

La embajadora de Francia en México, Delphine Borione, encabezó la entrega del facsímil, que se rescató de entre los archivos diplomáticos franceses. Subrayó la profunda relación de Reyes con Francia, país en el que vivió en distintos periodos de su vida. “Hemos descubierto varias joyas al buscar en nuestros propios archivos diplomáticos, entre ellas algunas misivas dirigidas al gobierno francés que hasta ahora eran inéditas”, explicó.

El hallazgo dio origen al libro Alfonso Reyes, dos años en París, publicado por la UANL, el Consulado de Francia en Monterrey y la Fundación Dr. Ildefonso Vázquez Santos.

Para la directora general del INBAL, Alejandra de la Paz Nájera, el acto simboliza una renovada amistad entre Francia y México, sostenida por figuras como Reyes, quien también fue representante de nuestro país ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y recibió un Doctorado Honoris Causa de la Sorbona en 1958.

“Me es muy honroso representar al Gobierno de México en el centenario de la llegada de Alfonso Reyes como ministro de la delegación mexicana en Francia. Su figura mantiene vivos los lazos entre nuestras naciones”, apuntó.

Por su parte, el rector de la Universidad Autónoma de Nuevo León, Santos Guzmán López, señaló: “La entrega de esta valiosa correspondencia oficial, perteneciente a la estancia de don Alfonso Reyes como embajador de México en Francia, nos permite fortalecer los vínculos culturales e históricos que unen a nuestras naciones y honran la figura de un ilustre pensador cuya obra sigue iluminando el quehacer académico y diplomático de México”.

Nuevas publicaciones

Al concluir la ceremonia, se llevó a cabo la presentación de tres títulos recientes que reactivan la lectura y el diálogo contemporáneo con Reyes: Alfonso Reyes, dos años en París. 1925–1927, con intervenciones de la cónsul general de Francia en Monterrey, Guillaume Pierre, y la escritora Fabienne Bradu; Bosque de pólvora. Lecturas explosivas sobre Alfonso Reyes, antología de 18 ensayos coordinada por Fabián Espejel, con participación de Laura Sofía Rivero, y La saeta, en una nueva edición ilustrada con prólogo de Luis García Montero, presentada por Antonio Ramos y Víctor Barrera Enderle.



Cada intervención ofreció nuevas claves sobre la figura del “regiomontano universal”, desde sus vínculos con la élite intelectual francesa hasta su papel como diplomático cultural y lector apasionado.

Sobre el libro Alfonso Reyes. Dos años en París (1925–1927), Guillaume Pierre compartió: “Descubrimos en los archivos numerosas misivas inéditas de Reyes: cartas de altísima calidad literaria, que confirman su sensibilidad, su red de contactos y su reputación como hombre de letras”.

A su vez, la narradora y traductora Fabienne Bradu expresó que Alfonso Reyes “se sumergió en un intenso trabajo para defender la imagen de México y posicionar al país dentro de un gran diálogo intelectual y cultural. Creo que esto inspiró profundamente a Reyes para convertirse en el diplomático que fue durante toda su vida, que usó las herramientas culturales y el diálogo como instrumentos para posicionar a México”.

El historiador y titular de la Capilla Alfonsina, Javier Garciadiego, quien fungió como moderador, acotó: “México había sido acusado de germanófilo durante la Primera Guerra Mundial y el envío de Alfonso Reyes a Francia tenía como objetivo reconciliarnos espiritualmente, enviando a un embajador claramente profrancés”.

El siguiente libro fue Bosque de pólvora. Lecturas explosivas sobre Alfonso Reyes, coordinado por el poeta y traductor Fabián Espejel. Reúne 18 ensayos de jóvenes autores que dialogan con la obra del intelectual mexicano. “El libro es un proyecto de Antonio Ramos Revillas, con la intención de reunir a buenos lectores de Alfonso Reyes que fueran autores y autoras jóvenes, para propiciar la lectura de su obra. Una apuesta para ver cómo podía ser recibido Reyes entre lectores nacidos en los años 90 del siglo XX”, expresó Espejel.

La ensayista Laura Sofía Rivero, participante en el volumen, reflexionó: “Para quienes nacimos en la Ciudad de México, Alfonso Reyes quizá, antes que nada, fue el nombre de una calle y no un escritor. El ejercicio de proponer leer a alguien que es parte de una tradición que va más allá de nuestras bibliotecas se ve reflejado en la diversidad de aproximaciones que hay en este libro y que pueden dar un panorama del lugar que ocupa Reyes entre distintos lectores”.

Al hablar de La saeta –edición ilustrada de la obra poética publicada originalmente en Brasil en 1931, con ilustraciones originales de José Moreno Villa y nuevas imágenes de la artista neoleonesa Brenda Llanas– el director de la Editorial de la UANL, Antonio Ramos, explicó: “Cada libro que hemos editado desde que se realiza el Festival Alfonsino en Monterrey es una nueva casa para Alfonso Reyes, un espacio en el cual su memoria, sus palabras, su sentir, encuentran nuevos impulsos y llegan a nuevos públicos”.

En tanto, el director de la Capilla Alfonsina de la UANL, Víctor Barrera Enderle, dijo: “fue escrito en 1922, en una especie de viaje a esa noche andaluza, un recorrido por Sevilla al lado de Federico García Lorca y de Manuel de Falla, el gran músico. Reyes había sido un cronista de la vida madrileña, de la vida española y creo que mucho de eso todavía lo encontramos en estas páginas, en este libro breve, en esta prosa poética casi instantánea que surge de pronto en la noche andaluza”.

“De Capilla a Capilla” es una actividad que, desde hace ocho años, realizan la Capilla Alfonsina en coordinación con el Festival Alfonsino, en Monterrey, donde la UANL alberga otra Capilla Alfonsina con la biblioteca de Alfonso Reyes, para mantener el vínculo entre estas dos instituciones.

Sigue las redes sociales de la Secretaría de Cultura en X

 (@cultura_mx), Facebook (/SecretariaCulturaMX) e Instagram (@culturamx).


Publicar un comentario

0 Comentarios