Por Hugo Falcón Páez
Consultor, periodista ambiental y Agente Capacitador Externo de la STyPS
La Inteligencia Artificial, genera un impacto similar al de la cadena de montaje en la industria tecnológica.
Automatiza funciones, redefine los roles laborales y aumenta la velocidad de trabajo. No es "destruir" empleos, como ocurrió en la Revolución Industrial, sino de un cambio en la naturaleza del trabajo. Quienes no aprendan a usarla, aplicarla, ejecutarla o desarrollarla, no conocerán el futuro inmediato del mundo laboral. Empalmar y potencializar, quizá en un primer episodio en esta corta historia de la humanidad.
El término Inteligencia Artificial (Artificial Intelillence) fue lanzado por John McCarthy, en 1956, durante la Conferencia de Dartmouth. Un encuentro entre máquinas y científicos para mostrar por primera vez una red neuronal sintética y funcional.
Pero vamos más temprano en este recorrido, ya que en la década de los treinta del pasado siglo, Alan Turing, matemático y primer creador y programador de una computadora, develó el invento del Siglo en la informática. Herramienta vital para la Segunda Guerra Mundial, al descifrar los mensajes encriptados de los alemanes, ayudó a los aliados a tomar una postura, respuesta y conclusión de vencedores.
Pero aún más atrás, se encontró que Blaise Pascal originó su Pascalina, calculadora del Siglo XVII. Y todavía el tiempo nos dicta aún más. Leonardo Da Vinci, creador de una máquina mecánica de sumar, según el Códice Madrid, entre los años 1452-1519.
Y así, los anales nos ilustran una crónica, en donde la Inteligencia o artífice creador humano, tiene la virtud de hacer desde utensilios hasta artefactos, mecanismos, dispositivos, que contrarresten, asistan y resuelvan los problemas y tareas cotidianas. Presente, futuro y pasado, en una sola pieza donde el orden de los factores no altera el producto en esta dualidad de inteligencias,
Hoy en día. Empresas y corporativos como Google, Microsoft, Meta, Open AI, IBM y Amazon, ya la utilizan con sus ingenieros y personal en diversas áreas, quienes afirman experimentar una monotonía comparable a la de los trabajadores de almacén. Testimonio de profesionistas y obreros técnicos que fueron educados y formados en otro nivel académico. Otra cultura.
Uno de tantos ejemplos para asistir a la humanidad, es que la IA está a punto de catapultar la predicción meteorológica. Microsoft puede generar pronósticos precisos de diez días rápidamente. Además, está diseñado para predecir más que el clima. El programa 'Aurora' de Microsoft, es uno de los sistemas meteorológicos utilizados para probar la exactitud de los pronósticos. 'Aurora' mejora la precisión de las predicciones climáticas, al integrar un millón de horas de datos geofísicos, superando modelos en la predicción de ciclones y calidad del aire.
Los meteorólogos se basan en modelos para tomar decisiones que pueden tener consecuencias cruciales, por lo que cualquier ventaja es bienvenida. La Inteligencia Artificial promete ofrecer pronósticos más precisos con mayor rapidez, y empresas tecnológicas como Google, Nvidia y Huawei han desarrollado modelos de pronóstico basados en IA.
Según un informe publicado en la revista 'Nature', ya se utiliza en uno de los centros meteorológicos más grandes de Europa, donde se ejecuta junto con otros modelos tradicionales y basados en IA.
La homogeneización de tareas puede matar el sentido de dominio técnico, ese leitmotiv que siente un ingeniero al construir algo, ahora es más ser un centinela para que la IA no "falle".
Se han construido sistemas tan avanzados, que pueden poner en riesgo la vida humana de manera permanente. Tenemos que más del veinticinco por ciento del código de Google, ahora está escrito por IA, y el director ejecutivo Sundar Pichai, dice que es solamente el inicio.
En un análisis del espectro de riesgos que plantea la Inteligencia Artificial General (IAG), el artículo afirma que los riesgos existenciales que destruyen permanentemente a la humanidad son claros ejemplos de daño grave. Entre estos extremos del espectro, la cuestión de si un daño dado es grave no es competencia de Google DeepMind. Es competencia de la sociedad, guiada por su tolerancia colectiva al riesgo y su conceptualización del daño. Dado el enorme impacto potencial de la IAG, prevemos que también podría representar un riesgo potencial de daño grave.
Demis Hassabis, director ejecutivo de Google DeepMind. Investigadores del laboratorio de IA, acaban de publicar un artículo que afirma que una "inteligencia general artificial" similar a la humana podría llegar en 2030, y representar un riesgo existencial para la humanidad.
Este 2025, es un año para que los oficios y profesiones sean ponderados con y por la IA, porque sin nosotros, ella no existe. A partir de ya, somos inherentes a esa entidad. En el arte, la ciencia, la tecnología, nuestra civilización. Un parteaguas para todos los sectores, como el alimentario, el sostenible, ambiental, ecológico, el del comercio, la publicidad, mercadotecnia, comunicación, periodismo, transporte, telecomunicación, en la salud, educación, medicina, deporte, ocio, entretenimiento... una evolución de inteligencias.
0 Comentarios