La noche del domingo 26 de octubre de 2025, el Teatro Helénico se
llenó de carcajadas, juegos y aplausos con la función Circo Do Só Eu, del actor, clown y director brasileño Esio
Magalhães, quien clausuró, con gran humor y sensibilidad, la doceava edición del
Encuentro Internacional de Clown, organizado por la Secretaría de Cultura del
Gobierno de México, a través del Centro Cultural Helénico.
La propuesta, dirigida, escrita y protagonizada por
Magalhães, bajo el sello de Barracao Teatro, arrancó de forma inesperada, pues
el artista entró como un espectador más, se sentó entre el público y anunció
que también venía a ver el show. Poco después, una voz advirtió que el
espectáculo se había cancelado. Ante la sorpresa general, su personaje,
Zabobrim, protestó y fue entonces invitado a sustituir el número él solo. Así
comenzó el juego escénico.
Zabobrim no tenía escenografía ni elenco, pero sí una pequeña
carpa que se complementó con pura imaginación y con ayuda del público, que
desde los primeros minutos participó con emoción.
En el universo de Circo Do
Só Eu, las y los espectadores fueron cómplices en una serie de actos
improbables y cómicos: equilibrismo con platos giratorios, una pulga
malabarista que debía caer en una bolsa, un acto de hipnosis con lectura de
pensamientos, una prueba de fuerza con cuerdas, y una banda final que requería
de silbato y campana, todo con ayuda de voluntarios del público.
Durante una hora, niñas, niños, jóvenes y adultos participaron, rieron
sin pausa y aplaudieron cada ocurrencia. El teatro se llenó de una auténtica
fiesta escénica.
“Fue tan divertido que por momentos olvidé que era un espectáculo…
me sentí parte del circo”, comentó Natalia, estudiante de Artes visuales.
Otro asistente, Carlos aseguró que no dejó de reír. “El manejo que tiene el
actor del público es impresionante, parece que improvisa, pero sé que todo
tiene un ritmo y una precisión envidiable”. Por su parte, Mariana, mamá de dos
niñas que subieron al escenario, añadió: “Fue mágico. Es de las pocas obras en
las que todo el teatro se siente unido, como si estuviéramos jugando juntos”.
Cada número se tejió con destreza técnica impecable y un humor
sutil que invitaba a la imaginación colectiva. En todo momento, Zabobrim
dirigía aplausos, compartía miradas cómplices y celebraba la participación de
quienes se atrevían a subir al escenario.
Al despedirse, Magalhães habló sobre la importancia de la empatía
y el reconocimiento del otro. Recordó que en tiempos en los que muchos
discursos buscan dividirn, el clown recuerda que la risa, el juego y la mirada
compartida unen. El público
respondió con una ovación de pie.
Con la función de Circo Do
Só Eu, concluyó el 12° Encuentro Internacional de Clown, mismo que, durante
diez días, convirtió al Teatro Helénico en un espacio de alegría, reflexión y
convivencia a través del arte del payaso.
El festival reunió a artistas de Argentina, Brasil, España y México con siete
funciones a cargo de compañías como Chula The Clown, Ricardo Cornelius y
Sonámbulos, Los Banyasos, La Churry, Abraham Arzate, Maku Fanchulini y Barracão
Teatro, además de tres talleres internacionales y dos presentaciones
editoriales.
Se refrendó la vocación de
mostrar la potencia escénica del clown como lenguaje que, sin importar la edad
o el idioma, conecta con lo más humano: la risa, la fragilidad y el asombro.
Para futuras actividades y convocatorias, se puede visitar el
sitio helenico.gob.mx y las redes del Centro Cultural Helénico.
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