El antiguo comedor del mítico restaurante que coronaba la cima de La Mola ha reabierto sus puertas, pero ahora sin el chisporroteo de las brasas ni el bullicio de las sobremesas que durante décadas marcaron la identidad excursionista del Vallès. Este lunes 27 de octubre, la Diputación de Barcelona ha presentado la Sala Mirador, famosa por sus grandes ventanales, ahora reconvertido en un espacio expositivo dedicado a la historia y al patrimonio del monasterio de Sant Llorenç del Munt i l’Obac, declarado Bien Cultural de Interés Nacional.
La Sala Mirador puede acoger hasta 100 personas, la misma capacidad que tenía el antiguo restaurante, y abrirá cada día de 9 a 14 horas —a las 10 en invierno—, con acceso gratuito. Junto a ella se ha recuperado también la Sala Aixopluc, un antiguo almacén que funcionará ahora como zona de descanso y refugio para excursionistas. También, unos nuevos lavabos, que todavía se están construyendo, donde estaban las cocinas.
0 Comentarios