El hábitat humano y la naturaleza conviven en la exposición Arquitectura orgánica de Javier Senosiain







Descrita como “singular” e “inédita”, la propuesta arquitectónica de Javier Senosiain puede ser apreciada en la exposición Javier Senosiain. Arquitectura orgánica, inaugurada en el Museo Nacional de Arquitectura.

La muestra está integrada por diseños, fotografías, proyectos, maquetas y planos de 32 obras realizadas en más de 44 años de trayectoria del creador mexicano.

Entre las construcciones destacan casas habitacionales diseñadas en el Estado de México, espacios semejantes a las cavernas, a los refugios de los animales, cóncavos como los brazos de una madre.

En algunos casos resultan un homenaje a las formas, colorido y diseño plasmado por Antoni Gaudí (Reus, Tarragona, España, 25 de junio, 1852 - Barcelona, España, 10 de junio, 1926), arquitecto español que también siguió la filosofía de la arquitectura orgánica.

Javier Senosiain comentó que después de salir de la universidad surgió la inquietud por la búsqueda de espacios curvos debido a que le parecen más humanos.

“La idea fue crear espacios adaptados al ser humano, ir al origen, ver al hombre como un animal. Gaudí comentaba que la palabra original viene de origen, es decir, ir al origen de las cosas y ver cuáles son las necesidades esenciales del hombre, viendo los aspectos ambientales, físicos y sicológicos, y ver, por ejemplo, que el seno materno es un lugar abrigador y la idea más profunda del ser humano es estar ahí”.

De acuerdo con Senosiain, la linea recta no existe en la naturaleza: “El horizonte es curvo, la gravedad se curvea con el movimiento, todo gira en espiral y los espacios de los animales también son curvos como el molusco que hace su concha que es como su casa”.

El autor del libro Bioarquitectura destacó que este tipo de propuestas son viables, porque tienen muchas ventajas principalmente ecológicas, ya que la arquitectura debe estar en contacto con la naturaleza, sin afectarla ni agredirla, además de tomar en cuenta al ser humano.

Recordó que el arquitecto Carlos Lazo (Ciudad de México, 19 de agosto, 1914 – Íbid., 5 de noviembre, 1955) hizo algunas casas semienterradas en los años cincuenta del siglo pasado y Juan O’ Gorman creó su casa orgánica en San Jerónimo.

“Actualmente hay mucha conciencia con la ecología y hay una tendencia hacia este tipo de arquitectura. Se podría pensar que puede ser costoso, pero no es así, se puede utilizar barro, madera, piedra”.

A lo largo del recorrido, formas de un caracol, una serpiente y hasta un tiburón y una ballena integran parte de este hábitat propuesto por Javier Senosiain.

Entre los diseños destaca la capilla abierta creada en el 25 aniversario luctuoso del compositor José Alfredo Jiménez, la cual se ubica en el panteón municipal de Dolores, en Guanajuato, y sobresale por un enorme sombrero y un jorongo.

También el proyecto arquitectónico El nido de Quetzalcóatl, que se encuentra en Paseos del Bosque, en Naucalpan, sobre un terreno de 5 mil metros cuadrados y trabajos realizados en otras partes del mundo, como Najwa, en Jordania, y Snoopy, al norte de Sidney, Australia.

La exposición incluye los dos proyectos más recientes del arquitecto egresado de la Facultad de Arquitectura de la UNAM. Se trata del Casino Mona, el cual está en proceso de construcción en Hobart, Tazmania, y el proyecto a largo plazo del Parque-Museo Ecológico Quetzalcóatl.

En la inauguración estuvieron la directora del Museo Nacional de Arquitectura, Dolores Martínez; el coordinador del recinto, Juan Manuel Ortiz, y Enrique Cabrera, curador de la exposición y realizador de las 45 maquetas que conforman la muestra. El Museo Nacional de Arquitectura se encuentra en el interior del Palacio de Bellas Artes, Avenida Juárez No. 1, esquina Eje Central, Centro Histórico de la Ciudad de México.


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