Falcotitlan : ALIMENTO

Hugo Falcón Páez



Sembrar, cultivar, cosechar y nuevamente a ese ciclo. 



El objetivo es erigir ciudades resilientes, sustentables y con patrones alimentarios diseñados para futuros incidentes o causas y efectos dañinos. Mañana 16 de octubre, se celebra el Día Mundial de la Alimentación. Proclamado en 1979 por la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en su vigésima Reunión General en noviembre en Budapest. Elegida esa fecha por la fundación de la FAO en 1945. Para crear conciencia en todas las naciones acerca del problema alimentario y fomentar mecanismos para mitigar el hambre, la desnutrición y pobreza. Sin embargo, la explosión demográfica y la crisis económica que desestabiliza continuamente, han afectado gravemente. La escasez de agua es un eje primordial, una guerra de avanzada en la cual el más débil, capitalmente hablando, la perderá.

Por lo tanto, la FAO recomendó duplicar la producción de cárnicos, cereales y aumentar la inversión en infraestructura de tecnología; riego y biotecnología, así como realmente adaptarnos a través de la educación ambiental e iniciativas y proyectos para adaptarnos al cambio climático. Ya que sumamos en el planeta más de siete mil millones de habitantes, y en el año 2050, la población crecerá a más de nueve mil millones.

El calentamiento global, por otro lado, ha devastado la seguridad alimentaria, sobre todo a las más pobres del mundo, gente que se dedica especialmente a la agricultura o ganadería, así como a los pescadores y campesinos. Las altas temperaturas y el aumento de la frecuencia de desastres relacionados por actividad climatológica. Para cubrir una demanda tan grande, los sistemas agrícolas y alimentarios deben producir sistemáticamente, apoyados en la garantía de un ecosistema sano, una población rural efectiva y reducir las emisiones. La energía alternativa, componentes aplicados en la renovación de ciclos para constituir prácticas no dañinas, son el camino. Cultivar de manera sostenible es adoptar maniobras de producción en donde con menos se resulte más; en la misma superficie de la tierra, usar recursos naturales de forma juiciosa, biocomposta, biofertilizante, una mejor recolección, almacenamiento, embalaje, transporte y mercado. Todo como un marco institucional y legal, por ello la fecundación de conceptos que deben ejecutarse, como la responsabilidad social y la responsabilidad social empresarial. Enseñar la terminología de agronomía, agroecología, vivero, biosfera, invernadero, biohuerta, permacultura, paisajismo, azoteas verdes y lombricultura.

Recordemos que debemos alimentarnos, pero ahora la acción climática nos obliga a despertar a las generaciones venideras. Ideas, diseño y combinación de ellas para impulsar y mejorar esas condiciones. Adaptación es la clave, llegamos al punto de no retorno y nuestro mundo con nosotros dentro, hambrientos. Sembrar, cultivar, cosechar y nuevamente a ese ciclo. Un círculo de vida que no debemos dejar romper.

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