Falcotitlan: MUJER


Hugo Falcón Páez


Un ser humano, una persona, un género.


Ayer fue el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y la Organización de las Naciones Unidas hace hincapié en cinco ejes: 1. La violencia contra la mujer es una violación de los derechos humanos. 2. La violencia contra la mujer es consecuencia de la discriminación que sufre, tanto en leyes como en la práctica, y la persistencia de desigualdades por razón de género. 3. La violencia contra la mujer afecta e impide el avance en muchas áreas, incluidas la erradicación de la pobreza, la lucha contra el VIH/SIDA y la paz y la seguridad. 4. La violencia contra las mujeres y las niñas se puede evitar. La prevención es posible y esencial. 5. La violencia contra la mujer sigue siendo una pandemia global. Hasta un 70% de las mujeres sufren violencia en su vida. Debemos saber que desde el 25 de noviembre al 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos, la campaña 16 días de activismo contra la violencia de género, tiene por objetivo sensibilizar y movilizar en todo el mundo esta idea para lograr un cambio. Se invita para poner fin a la violencia contra la mujer a “pintar el mundo de naranja”, usando así el color elegido por esta campaña como símbolo de un futuro más brillante sin violencia.


Mañana, una de los principales obstáculos para prevenir y poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas en todo el mundo es la marcada insuficiencia de fondos, que determina que los recursos para estas iniciativas sean sumamente escasos. O realmente las autoridades no tienen el ánimo y la energía para solucionar este mal que implica los círculos de salud, el área social, el tema educacional, y sobre todo el conocimiento humano y la elevación espiritual. Hay marcos muy promisorios, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que incluyen la meta específica de poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas. No obstante, requieren un financiamiento suficiente para producir cambios concretos y significativos en la vida de las mujeres y las niñas.


Hoy debemos estar más cerca de la fe, porque significa claridad y verdad. Tal como la mujer es pureza, es la idea que surgió para la preservación de nuestra especie, es vida acompañada del hombre que eligieron, la contraparte fundamental de ser madre es el padre, la experiencia de las voluntades con buenos hábitos e higiene espiritual. Si cada mujer hoy en día le hablara al oído a sus seres amados lo que es y lo que quiere ser, un mundo mejor nos vislumbraría, más allá de la maldad, más allá del deterioro, más allá de la dichosa ignorancia. La maternidad es la luz, la energía benevolente e higiénica que todo Ser debe tener, es amor. Nacemos, es el primer paso a la existencia, y esa vibración femenina nos complementa. El atributo de ser mujer no es el mismo que el de ser madre. Mujer es un ser concedido por natura innegable, y por conducta recae en los cánones históricos, antropomórficos y filosóficos. Por cierto, en la apertura de este siglo, se adhirieron dos tendencias que bien podrían ser con el paso del tiempo, el censo que erigirá estilos de vida: La conducta sexual y la evolución biológica.

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