La puesta escénica Enemigo del pueblo, de Henrik Ibsen, invita a reflexionar sobre los dilemas de la sociedad contemporánea




Reflexiones en torno al capitalismo, el medio ambiente, la democracia, la sociedad, y la responsabilidad social y ética, genera en el espectador la puesta escénica Enemigo del pueblo,montaje de la Compañía Nacional de Teatro que inició temporada en el Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque (CCB).

La historia, adaptada y dirigida por David Gaitán, sucede en un pequeño pueblo que festeja la construcción de un balneario que desde su apertura es una atracción turística y motor de la economía local.

El doctor del pueblo, Luis Stockmann, hombre de pocas maneras, descubre que el agua está contaminada, lo que pone en riesgo la salud de todos los habitantes, por lo que se ha propuesto advertir sobre el peligro, decisión que lo confronta con dos importantes personas: Pedro Stockmann, su hermano y alcalde, y Aslaksen, propietario y director del periódico local.

Contextualizada en el siglo XIX, la trama adquiere vigencia, pues en ella también se habla sobre los juicios morales y éticos que se ejercen en la vida pública y privada, al tiempo que se debate sobre la relación de la prensa con el gobierno y sobre la lealtad manchada de negociación y venganza.

En esta versión mexicana, Stockmann es un hombre violento, misógino que busca la confrontación y es torpe socialmente, a través de sus reflexiones, mismas que expone sin miramientos y tapujos, dice todo lo que nadie desea oír, lo que le hace ser considerado traidor y enemigo del pueblo.

Para este montaje se recupera a seis de los 10 personajes que aparecen en el texto original y se abordan temas de interés que van de lo personal a lo colectivo, terminando sobre una diatriba sobre las masas y las democracias.

Entre los elementos más radicales que diferencian el texto original del dramaturgo noruego con esta versión, es el cambio de carácter del personaje de Stockmann, que en la obra publicada en 1883 es un hombre cálido y amiguero que evita la confrontación.

Ante esta postura rígida que presenta el personaje principal, los espectadores participan de forma masiva, anónima y lúdica al accionar una pistola de burbujas de jabón cuando desaprueban alguno de sus dichos o acciones.

Henrik Ibsen es un autor que manifestó su preocupación por el individuo y la sociedad, lo que lo llevó a reflexionar sobre sus problemas, políticos, sociales y económicos, reflejados enEnemigo del pueblo.

El elenco de este montaje de la Compañía Nacional de Teatro está integrado por Luis Rábago, Amanda Schmelz, Antonio Rojas, Juan Carlos Remolina, Astrid Romo y David Calderón, todos beneficiarios del Programa Compañía Nacional de Teatro del Fonca.

El diseño de escenografía, a cargo de Alejandro Luna, destaca por mostrar una enorme reproducción fotográfica de un mapa decimonónico del sur de la Ciudad de México autorizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Enemigo del pueblo ofrece temporada hasta el 19 de noviembre en el Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque, ubicado en Paseo de la Reforma y Campo Marte, con horarios de jueves y viernes, 20:00 horas; sábados, 19:00 horas, y domingos 18:00 horas. Localidades: $150. Jueves al Teatro $30, Viernes al Teatro en Bici $45. 50 por ciento de descuento a maestros, estudiantes y personas afiliadas al Inapam.

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