Tercera Vía : Ernesto Rivera Rodríguez
La elección del diputado local electo Sebastián de la Rosa, como coordinador de la fracción perredista en la entrante LXI Legislatura Local, que tomará protesta el próximo día 13 del presente, causo disgusto no sólo entre las tribus perredistas sino del perredismo en general que no estuvieron de acuerdo con su elección, pues es bien conocido el carácter mercantilista, oportunista y su entreguismo a las élites del poder, y ante todo por su postura de defensa al ex alcalde de Iguala José Luis Abarca, por la desaparición de los estudiantes normalistas, y sus presuntos nexos crimen organizado.
El cretinismo de este político del perredismo sin izquierda guerrerense no tiene límites y su espejo sin lugar a dudas es su ente y adversario supuesto heredero de los sueños políticos del desaparecido Armando Chavarría Barrera, de sus sueños pero no de sus virtudes.
David Jiménez Rumbo, jefe tribal del “recompuesto” o “recién reafinado” grupo Guerrero, que lo único que lograron es “más de lo mismo pero revolcado” después de la “desbielada” sufrida, causada al partido del Sol Azteca en su estructura total, por la pérdida de la elección del pasado 7 de julio, quien igualmente buscaba para uno de sus diputados electos la coordinación de la fracción de su partido. De ahí el “encabronamiento” del diputado electo Ernesto González, hombre muy allegado a Jiménez Rumbo, pero “novato aún”.
No había mucho de donde escoger, la fracción perredista entrante, está muy limitada, su desgaste no sólo es institucional, es dogmática, es moral un partido, si se le puede llamar así, que ha perdido todo en afán de jugar a vivir y parecidos, idénticos, a sus opositores en el poder, que lo único que han logrado ser son comparsas, “botargas del sistema”.
Así vendieron lo poco que les quedaba, el “enterrado” Pacto por México” fue ante todo un “pacto por los pinos” y los perredistas, los que dirigían el partido, los denominados, “los Chuchos”: Jesús Zambrano & Jesús Ortega y su achichincle Carlos Navarrete, entregaron no sólo el alma a los Pinos, y con ello desaparecieron el partido de izquierda fundado por Cuauhtémoc Cárdenas, partido a quien el ingeniero Heberto Castillo Martínez le dio el nombre.
Ni hablar de “Alternativa Democrática Guerrerense” con Cesáreo Celestino y Carlos Reyes a la cabeza, responsables como los otros de la derrota de Betty Mojica Morga, a quien además de abandonarla, la traicionaron.
Así Sebastián, quien hace menos de un par de meses expresaba que deberían de desaparecer las “tribus” del partido y buscar una nueva estructura para el mismo, no tuvo empacho alguno para hacer a un lado su propuesta e imponer sus condiciones, con el apoyo irrestricto y antidemocrático de Carlos Navarrete, el cuestionado presidente del CEN del PRD, títere de los “chuchos”, luego entonces, ¿Qué fracción va a representar Sebastián de la Rosa Peláez?, seguro ninguna.
gernestorivera@gmail.com
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