El Congreso del
Estado de Guerrero aprobó reformas y adiciones a la Ley estatal de Acceso a las
Mujeres a una Vida Libre de Violencia para incorporar estrategias que eliminen
estereotipos, tabúes y mitos sobre la menstruación y establecer y sancionar la
figura de la "violencia por acecho" como un tipo de violencia contra
las mujeres.
En el dictamen sobre la eliminación de
mitos sobre la menstruación, que emitió la Comisión Para la Igualdad de Género
y fundamentó la diputada Obdulia Naranjo Cabrera, se menciona que este es un
proceso biológico natural y cíclico, propio de la fisiología de las mujeres,
parte fundamental del sistema reproductor femenino y debe ser comprendido como
una función fisiológica normal.
Agrega que debe ser abordada desde una
perspectiva de derechos humanos como parte integral del derecho a la salud
sexual y reproductiva, garantizando el acceso a información veraz y científica
sobre el ciclo menstrual y su gestión; educación menstrual inclusiva, que
promueva la autonomía de niñas y mujeres, acceso a productos de gestión
menstrual seguros y asequibles, así como a servicios de salud adecuados, y la
eliminación de toda forma de estigma, discriminación o exclusión.
En ese sentido, se reforman y adicionan
diversas disposiciones de dicha Ley para establecer que corresponde a la
Secretaría de Bienestar promover programas educativos sobre la igualdad y la
equidad entre los géneros para eliminar la violencia contra las mujeres, así
como de educación menstrual, además de implementar estrategias de erradicación
de todo tipo de estereotipo, tabú o mito sobre el estigma social que rodea el
proceso de la menstruación en la mujer.
Con relación a la adición para incluir
la figura de violencia por acecho, en el dictamen que fundamentó la diputada
Leticia Mosso Hernández, se indica que el objetivo es fortalecer la protección
de las mujeres frente a formas de violencia que, aunque muchas veces pasan
desapercibidas, generan un profundo daño psicológico, emocional y en ocasiones
físico.
Destaca que al incluir esta figura en la
Ley se brinda un marco jurídico claro que permite a las autoridades actuar de
manera oportuna y efectiva ante conductas que constituyen un patrón de agresión
constante.
Asimismo, al criminalizar el acecho se
contribuye a la prevención de delitos más graves, como el acoso sexual, la
violencia física o incluso la tentativa de homicidio.
“Al tipificarlo legalmente se brinda una
herramienta concreta para que las víctimas puedan denunciar sin temor, y se
generen protocolos especializados que garanticen una atención integral, además
se envía un mensaje contundente a la sociedad de que el Estado reconoce y
combate todas las formas de violencia que afectan la integridad de las mujeres,
promoviendo una cultura de respeto, igualdad y respeto a los derechos humanos”.
Además, refiere que al incluir esta figura en
la Ley se refleja un avance en el reconocimiento de la violencia emocional y
psicosocial como parte de la violencia de género y se ayuda a visibilizar la
frecuencia y gravedad de estas conductas, empoderando a las víctimas y
facilitando su acceso a la justicia.
En ese sentido al establecer esta figura se
fortalece la protección y garantiza que las instituciones trabajen de manera
articulada para erradicar cualquier forma de violencia que atente contra la
vida, libertad y bienestar de las mujeres.
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