Rinden homenaje a fundadores del Conservatorio Nacional de Música



En el marco del 150 aniversario del Conservatorio Nacional de Música (CNM), la pianista Silvia Navarrete ofreció un recital en el Auditorio Silvestre Revueltas la tarde del martes 18 de octubre.

Con el título Fundadores del Conservatorio, el programa estuvo conformado por piezas de compositores que crearon en 1866 la Sociedad Filarmónica Mexicana (SFM), la cual daría origen al Conservatorio Nacional de Música.

Previo al concierto, David Rodríguez de la Peña, director del CNM, otorgó una moneda de plata conmemorativa a Silvia Navarrete por su dedicada labor en la investigación, rescate y difusión de la música mexicana, además de ser una destacada “ex conservatoriana”. 

Alumnos, maestros, niños y jóvenes, disfrutaron de música de salón, como valses, polkas y danzas creadas en el siglo XIX que antes de ser interpretadas contaron con la presentación de la coordinadora del Sector Infantil del Conservatorio, Berenice Ruiz Calderón, y los comentarios de Silvia Navarrete, quien ofreció datos sobre los compositores y las obras.

“Es emotivo estar aquí como ex alumna y ex maestra en varias ocasiones. Me llena de felicidad y orgullo traer de nuevo a la vida a estos compositores fundadores”, comentó la ganadora del Concurso Internacional de las Semanas Musicales en Tours, Francia.

El recital dio inicio con Vals-jarabe, de Aniceto Ortega, pieza considerada una de las primeras fusiones musicales entre el ritmo de jarabe y el vals, para continuar con Marcha de Zaragoza, otra obra emblemática del compositor originario de Tulancingo, Hidalgo.

La Marcha de Zaragoza -explicó Berenice Ruiz- fue considerada el Himno Nacional durante cierto tiempo y se convirtió en un símbolo de identidad.

Luego tocó el turno de Mírame mi ojos, adagio creado por Melesio Morales, que de acuerdo con Silvia Navarrete, fue escrita a raíz de la muerte de la hija del autor de valses y canciones.

La pianista mexicana siguió con el vals Flores de mayo, de Tomás León, y Segunda rêverie, de Guadalupe Olmedo, primera mujer en ser reconocida por la Sociedad Filarmónica Mexicana como compositora.

“Era extraordinario que una mujer en el siglo XIX pudiera dedicarse a la composición, si era normal que las señoritas tocarán el piano como un atributo más a sus cualidades, pero que una mujer compusiera y pudiera dedicarse a esto en aquella época era algo inaudito”, refirió Silvia Navarrete, quien agregó que antes que ningún hombre, Guadalupe Olmedo escribió el primer cuarteto para cuerdas en México.

El repertorio también estuvo conformado por Marcha fúnebre, de Franz Liszt, dedicada al emperador Maximiliano, cuya ejecución en México causó conmoción en Europa, incluyendo a Victor Hugo, quien le envió una carta al presidente Juárez pidiendo su indulto, aunque la misiva llegó tarde.

Otras obras que ejecutó la pianista apoyada en varias ocasiones por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) de lsa Secretaría de Cultura fueron las composiciones de Julio Ituarte, Ecos de México, la cual retoma cantares populares, como El palomo, El atole, Las mañanitas y la polka Rompepianos.

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